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Will Smith llevará al cine una historia que tratará el problema que sufre la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL) respecto a las conmociones cerebrales sufridas por algunos de sus jugadores.
Según informó hoy la edición digital de la revista Variety, el actor protagonizará este proyecto basado en un artículo de la revista GQ titulado “Game Brain”, que será producido por Scott Free (la compañía de Ridley Scott) y el estudio Sony Pictures.
Peter Landesman (“Parkland”) será el director y guionista de la cinta.
Ridley Scott y su esposa, Giannina Facio, además de Michael Schaefer serán los productores de la obra a través de Scott Free, mientras que David Wolthoff y Larry Shuman harán lo propio mediante Shuman Company.
El artículo sobre el que versa el proyecto fue escrito por Jeanne Marie Laskas y se centra en la figura del doctor Bennet Omalu, el personaje al que encarnará Smith, el primer especialista en sacar a la luz pública el drama que se estaba viviendo en ese deporte con las conmociones cerebrales.
La película explicará el precio a pagar por los atletas y las ramificaciones e intereses políticos, culturales y corporativos creados en torno al mundo del deporte profesional.
El problema de las conmociones cerebrales en la NFL ha atraído la atención del mundo del cine y tiene en ciernes otro proyecto de cariz independiente: el drama “Game Time Decision”, que protagonizará Isaiah Washington y se basará en el libro “League Of Denial: The NFL, Concussions And The Battle For Truth”.
Los fuertes golpes recibidos por los atletas profesionales han provocado casos como el de Junior Seau, que se suicidó a los 43 años en 2012.
Las autoridades médicas posteriormente le diagnosticaron una Encefalopatía Traumática Crónica (CTE, en inglés), una enfermedad degenerativa del cerebro atribuida en este caso a los golpes a la cabeza recibidos durante la práctica del futbol americano.
Su familia se sumó a una demanda colectiva de unos 4.000 exjugadores, sus cónyuges y familiares contra la NFL, alegando que la liga no hizo nada durante décadas para combatir el problema de las conmociones cerebrales y otras situaciones violentas relacionadas con el futbol americano.
