El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) hizo hoy un llamado urgente a las autoridades mexicanas para que emprendan las acciones necesarias que permitan el regreso a clase de todos los niños en el sureño estado de Guerrero.
Desde el 3 de diciembre más de 100 escuelas que se ubican en la región Acapulco-Coyuca de Benítez permanecen cerradas por la inseguridad generada por la violencia del crimen organizado, dejando sin clases a cerca de 10.000 niños.
De acuerdo con informes publicados recientemente “miles de estudiantes desde preescolar hasta media superior no han podido regresar a clases en Acapulco porque la inseguridad que afecta a algunas zonas de la ciudad impide que haya condiciones para que reanuden sus actividades escolares”, indicó el organismo en un comunicado.
“Desde Unicef creemos que las escuelas no sólo deben ser espacios libres de violencia, sino al contrario, deben ser el escenario idóneo para la promoción de la cultura de paz y de derechos humanos, así como espacios de protección y seguridad para los niños, en donde aprendan a solucionar los problemas a través del diálogo”, añadió.
El organismo recordó que la educación es un derecho de todas las niñas y niños, consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por México.
Indicó que la educación es un agente de cambio clave, capaz de romper el ciclo de la violencia, no sólo contra los niños y niñas, sino también entre adultos.
Unicef reiteró la importancia “de que se acelere la aplicación de las medidas necesarias para que los niños puedan regresar de inmediato a clases en un entorno seguro y apropiado para continuar con el ciclo escolar 2014-2015”.