El sismo que sacudió el lunes al sur de Asia dejó al menos 280 muertos y más de mil heridos en Pakistán y Afganistán, según los últimos balances oficiales divulgados al cierre de esta edición.
El temblor, de una magnitud de 7.5 grados, tuvo su epicentro cerca de Jurm, en la región del Hindu Kush, a 250 kilómetros de Kabul, Afganistán, y a una profundidad de 212.5 kilómetros, informó el Instituto de Geología de Estados Unidos (USGS).
El número de víctimas aún podría aumentar, dijo el responsable del gobierno provincial de Khyber Pakhtunkhwa, Pakistán, una de las zonas más afectadas por el sismo.
“Toda la provincia está en alerta, y los hospitales se hallan en estado de emergencia, pero aún es demasiado pronto para dar un balance”, indicó Pervez Khattak, ministro de esa provincia “remota y montañosa”.
La labor de los socorristas se ve dificultada por la falta de comunicaciones y la fragilidad de las infraestructuras de la región.
“La cantidad de víctimas no debería ser tan importante como en 2005, pues el epicentro esta vez era mucho más profundo”, dijo un responsable de la autoridad paquistaní de catástrofes naturales.
Hace diez años, el 8 de octubre de 2005, un terremoto de magnitud 7.6, con un epicentro próximo al del sismo de ayer, causó la muerte de 75 mil personas y dejó a más de 3.5 millones en
la calle.
En Srinagar, la principal ciudad de la parte india de Cachemira, los habitantes salieron corriendo a las calles, muchos con los niños en brazos. En esa región murieron dos personas y otras dos resultaron heridas.
El temblor se sintió incluso en Asia Central, por ejemplo en Dusambé, la capital de Tayikistán.
Mueren 12 alumnas por una estampida
En Afganistán, en la provincia de Tajar, un grupo de colegialas, presas del pánico, “se precipitaron para salir” de su escuela durante el sismo y provocaron una estampida que dejó 12 fallecidas y 35 heridas, declaró Enayat Naweed, director del Departamento de Educación local.
En el hospital, sus familiares “estaban tan afligidos” que no dejaron que las autoridades tomaran los nombres de las víctimas, explicó Hafizulá Safaï, responsable provincial de los servicios sanitarios.
El primer ministro de Afganistán, Abdullah Abdullah, convocó a una junta de emergencia con las autoridades de desastres y pidió que se aseguraran que el pueblo esté preparado para las réplicas.
Eso podría significar que cientos de personas podrían verse obligadas a dormir en el exterior incluso cuando las temperaturas son extremadamente frías al caer la noche.
El gobierno de Estados Unidos ofreció ayuda y “sus más profundas condolencias” a Afganistán y Pakistán, aunque ningún país ha solicitado asistencia.