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Al cumplirse 212 años del natalicio de don Benito Pablo Juárez García, autoridades civiles y militares de Puerto Vallarta, encabezadas por el presidente municipal interino, Rodolfo Domínguez Monroy, así como miembros de la logia simbólica ‘Libertad, Igualdad y Fraternidad’ No.33, rindieron honores a la memoria del llamado ‘Benemérito de las Américas’, hombre de leyes, principios y de lucha por la libertad de su país.
El mensaje oficial estuvo a cargo del maestro David Fregoso Pulido, orador de esta logia, quien rememoró los primeros años de Juárez que a los 12 años no sabía leer, escribir, ni hablar el idioma español, pero su instinto del saber, “el deseo de cambiar de posición elevándose por su propia fuerza de voluntad, y una constancia inquebrantable”, fueron el gran poder en el que se apoyó durante los más críticos momentos de su existencia y lo llevaron a convertirse, de un humilde cuidador de ovejas a regidor, diputado local y gobernador de su estado natal.
Recordó que el 22 de noviembre de 1855, se firmó la Ley Juárez que suprimía los fueros privilegiados del clero y del ejército, siendo un golpe terrible para el Partido Conservador que siempre había sido apoyado por estos dos colosos.
“La mayoría de los habitantes de la república, aplaudieron la ley pero los conservadores juraron su destrucción. La guerra inició, años de lucha y desastres no interrumpidos en todo el territorio nacional, redujeron a Juárez casi sólo a la ciudad de Veracruz, pero no desmaya un momento, él no es jefe de un partido, representa la ley; no hay más transacción que acatar la Constitución. Libertad o muerte”, señaló.
Agregó que tras la batalla de Calpulalpan, el 22 de diciembre de 1860, se decidió el triunfo de la Constitución y en el mes de marzo se verificó en la república la elección para presidente, triunfando don Benito Juárez, quien sin recursos, suspendió el pago a los países europeos, siendo invadido por Francia e imponiendo como emperador a Maximiliano.
“A pesar de eso, Juárez permaneció tenaz defendiendo la independencia de su patria y los principios republicanos, las penalidades llegaron entonces a su colmo, el mismo Maximiliano rindió tributo a la constancia de Juárez pero este tenía una misión, de llevar inhiesta a la bandera de la independencia de México sin abandonar nunca el territorio. En aquellos momentos en que todo parecía perdido, en que todos los ejércitos fueron vencidos y disueltos y casi todos los generales muertos o pasados al enemigo, Juárez declaró enérgicamente su decisión de continuar la lucha contra los invasores”.
Detalló que fue en 1867 cuando las tropas republicanas obtenían el triunfo en todo el territorio nacional y “un día después de 5 años de humo, de polvo y de ceguera, la nube se disipó y vimos a los dos imperios caer; no más monarquías, no más ejército, sino la enormidad de la usurpación en ruinas y sobre estos escombros, un hombre de pie: Juárez, y al lado de este hombre, la libertad”.
En esta ceremonia, además del alcalde interino Rodolfo Domínguez, se contó con la presencia del Comandante de la Estación Aérea No.5, Coronel F.A.P.A. Esteban Pérez Ceballos, de la 41ª Zona Militar; el Capitán de Navío, Salvador Cuellar Hernández; el diputado gran maestro de la Benemérita y Centenaria Gran Logia Occidental Mexicana y venerable maestro de la respetable logia simbólica ‘Libertad, Igualdad y Fraternidad’ No.33 del oriente de Puerto Vallarta, Jesús Guadalupe Santiago, así como los regidores Celina Lomelí Ramírez, Juan José Cuevas García, Juan Solís, Eduardo Martínez Martínez, y Rodolfo Hurtado Ortega, y la subdirectora de Educación Municipal, Norma Joya Carrillo.
