El Real Madrid no pudo doblegar esta noche al Valladolid (1-1) porque Osorio equilibró el gol de Sergio Ramos en un partido marcado por la lesión del portugués Cristiano Ronaldo, quien se retiró a los siete minutos con unas molestas musculares que no aparentaron gravedad.
Para empezar Iker Casillas, que apenas intervino, volvía hoy a cohabitar con los palos de la portería por primera vez en esta temporada. Desde el 20 de enero del año pasado, el portero madrileño permanecía inédito en Liga. Hasta 473 días sin ser titular. Un lujo.
Por mor de los avatares, este partido aplazado se presentaba como una especie de “bisagra” para la competición. Las opciones de ganar el campeonato virarían para un lado u otro dependiendo de este choque calificado de “bola extra” por los jugadores del Valladolid.
Tal vez por ello, el equipo vallisoletano empezó percutiendo más de lo habitual. Atacó más por las bandas, porque hoy jugó con exteriores (Jeffren y Bergdich) y, aunque no gobernó claramente el medio campo, al menos sí llegó a zonas que parecían “contraindicadas” en otros partidos.
Carlo Ancelotti tenía esta noche bajas importantes. No estaba el lateral derecho Dani Carvajal, por un golpe sufrido ante el Valencia, y por ahí el Real Madrid fue menos profundo. La ausencia del galés Gareth Bale, también por molestias, provocó que Ángel Di María regresara al extremo.
La primera opción de “golpear” la tuvo el Madrid a los dos minutos por un mal despeje de Marc Valiente que sacó Jaime. Respondió de inmediato el Valladolid con un remate envenenado de Javi Guerra que se marchó fuera por muy poco (min. 4).
A los siete minutos, Cristiano Ronaldo se retiró con molestias musculares. El portugués se tocó el muslo, pidió el cambio y abandonó el campo muy contrariado aunque sin ninguna cojera aparatosa ni manifiesta. Su lugar lo ocupó Álvaro Morata.
El Valladolid siguió a lo suyo, corajudo y más acometedor de lo esperado. El Madrid se quedó muy “tocado” por la baja de Ronaldo. Con ella perdió su sello fulgurante y no acabó de encontrar su fluidez ordinaria y acostumbrada. Apenas llegó en todo el primer tiempo, bien es cierto que sin sus puñales (Bale y Cristiano).
Sin embargo, Sergio Ramos arregló el cortocircuito de su equipo al filo de minuto 34. El zaguero sevillano celebró su reciente paternidad con un golazo de falta que no pudo evitar Jaime. El disparo no iba a un sitio imposible pero sí con una potencia y rotundidad incontestables.
El Valladolid se tambaleó, y mucho, tras el gol. No tuvo capacidad de reacción porque, entre otras cosas, Óscar González, su jugador de más quilates, no está ni se le espera. Así las cosas, camino del descanso, el Real Madrid ya regentaba el encuentro sin excesivas trabas de su enemigo.
Nada cambió en los primeros minutos de la reanudación. Salió mejor el Madrid desde los vestuarios y Morata probó dos veces a Jaime antes del primer cuarto de hora de esta fase. Se rehizo sin embargo el Valladolid y Javi Guerra, de chilena, tuvo el gol del empate (min. 66).
Sin contención en medio campo, parecía diluirse físicamente el Real Madrid cuando Ancelotti optó por reforzar esa zona con Illarra en pleno arreón del Valladolid.
Con el partido roto, de ida y vuelta, Juan Ignacio Martínez metió a Daniel Larsson y Humberto Osorio. Y fue el colombiano Osorio quien marcó el tanto del empate cuando el Real Valladolid más apretaba (min. 85).
El Madrid intentó, con todo, ir al abordaje pero el marcador ya no se movería. El empate deja al Real Valladolid con cierto margen de error para optar a la permanencia y al Madrid sin apenas opciones de pelear por el título.