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Con manifestaciones y marchas, varios estados del país se sumaron simultáneamente este domingo 28 de abril a la exigencia de justicia para periodistas asesinados y desaparecidos, además de garantías para ejercer el oficio, en el primer aniversario luctuoso de la corresponsal de Proceso, Regina Martínez.
Los colectivos participaron en la “Jornada por el periodismo”, convocada por una veintena de organizaciones, y realizaron marchas y protestas a la misma hora en plazas o lugares públicos.
La sede central de la marcha fue el estado de Veracruz, donde unas 250 personas participaron para exigir justicia por el asesinato de una periodista cometido hace un año en esa región.
La marcha de los manifestantes recorrió calles del centro de Xalapa, capital de Veracruz, haciendo paradas en instalaciones gubernamentales, para repudiar la impunidad que rodea a los asesinatos de comunicadores.
Frente al Palacio de Gobierno, los manifestantes leyeron los nombres de los nueve periodistas asesinados desde diciembre de 2010, cuando asumió el actual gobernador Javier Duarte, entre ellos el de la periodista Regina Martínez, del semanario Proceso, que fue atacada en su casa el 28 de abril de 2012.
Los activistas, convocados por organizaciones defensoras de la libertad de prensa como Reporteros Sin Fronteras (Francia) y Freedom House (Estados Unidas), lanzaron pintura roja sobre las pancartas que tenían escritos los nombres de los reporteros asesinados.
Desde el año 2000 en México han sido asesinados 90 periodistas, 18 están desaparecidos y al menos en 40 ocasiones se han atacado instalaciones de medios de comunicación, dijo en la marcha Balbina Flores, representante en México de Reporteros Sin Fronteras, con sede en París.
En el país hay “una situación muy grave es una situación de impunidad que no ha podido retroceder desde hace más de una década”, añadió Balbina.
En la primera quincena de abril, Jorge Antonio Hernández, alias “El Silva”, fue condenado a 38 años de cárcel como responsable del asesinato de Regina Martínez. La sentencia se aplicó en medio del rechazo de la revista Proceso por irregularidades en las averiguaciones.
La marcha terminó con una protesta pacífica en la Plaza Lerdo, en la que los manifestantes prendieron velas en honor a los comunicadores asesinados.
