Al terminar el encuentro con miles de jóvenes en el estadio José María Morelos y Pavón de Morelia, Michoacán, el papa Francisco fue jalado en un par de ocasiones por algunas personas que estaban detrás de las vallas, lo que provocó la molestia del pontífice.
Francisco les exigió no fueran egoístas y lo dejaran acercarse a los demás.
Después siguió impartiendo bendiciones a niños en silla de rueda, se dejó tomar fotografías y subió a un pequeño carro para abandonar esas instalaciones.
Esta tarde, el Papa aseguró ante miles de jóvenes que es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven, sea dejando la vida en manos del narcotráfico.
Jesús “nunca invitaría a ser sicarios”, porque él quiere discípulos, jamás mandaría a sus hijos a la muerte, porque “todo en él es una invitación a la vida” en familia, en comunidad y a favor de la sociedad, agregó el Papa ante miles en el estadio José María Morelos y Pavón de Morelia.