El gobierno de Nayarit, encabezado por el priista Roberto Sandoval Castañeda, al igual que el gobierno federal y los municipales, han dejado de dar seguimiento a las leyes que rigen en la entidad sobre el contrato de deuda pública, lo que ha llevado a que el estado haya ido incrementando considerablemente su deuda. Y han colocado al mandatario estatal entre los cinco gobernadores más despilfarradores del país.
Hasta el mes de junio de 2014, la deuda de Nayarit ascendía a los 6 mil 478 millones de pesos. Lo que significa que cada habitante de le entidad tendría que pagar hoy 4 mil 862 pesos, según datos del Instituto Mexicano para la Competencia Económica (IMCO).
La entidad encabezada por Sandoval Castañeda, también se encuentra entre los cinco estados que registraron los niveles más altos de deuda, en proporción con su Producto Interno Bruto (PIB), del cual representa un 6.1 por ciento.
Durante el primer año de gobierno de Roberto Sandoval, la deuda se incrementó 785 millones de pesos en 2012. De la administración del también priista, Ney González Sánchez, Sandoval heredó un adeudo de 5 mil 535 millones de pesos. En el primer año de gobierno del actual mandatario, los pasivos del estado ascendieron a 6 mil 320 millones de pesos, según datos del IMCO.
Durante los casi tres años en que ha gobernado Nayarit, la deuda del estado ha aumentado en más de 900 millones de pesos.
La consultoría Aregional señala en un análisis que Nayarit, Nuevo León y San Luis Potosí son las entidades que tienen la regulación más laxa, entre los 31 estados del país, para contratar deuda pública.
La firma explica que sólo 12 administraciones locales cuentan con normas prudenciales iguales o similares a las establecidas en el Artículo 117 de la Constitución Política del país, que legisla el endeudamiento subnacional. Y otros 16 estados tienen candados mayores a los señalados en ese artículo.
El artículo plantea: “Los estados y municipios no podrán contraer obligaciones o empréstitos, sino cuando se destinen a inversiones públicas productivas, incluso las que contraigan organismos descentralizados y empresas públicas”.
Pero en el estado gobernado por Sandoval Castañeda, sus dependencias no sólo no siguen la normatividad establecida en el artículo 117, sino que “prácticamente no tienen una regulación como tal al endeudamiento público del estado”, expone el análisis Aregional.
En Nayarit sólo se faculta al Ejecutivo estatal para contraer créditos a nombre del estado, sin establecer ninguna norma prudencial.
Bajo esta regulación, la capital del estado, Tepic, y el municipio de Bahía de Banderas, han incrementado sus deudas públicas, cuyas cifras han sido reveladas en cuanto un nuevo Edil ha tomado la Presidencia Municipal.
En el caso de Tepic, el Alcalde que recientemente inició su gubernatura, el panista, Leopoldo Domínguez González, quien llegó a la Alcaldía en coalición con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), recibió la capital del estado con una deuda que alcanza casi los mil millones de pesos. El gobierno de Tepic le debe tan sólo a la banca privada, unos 700 millones de pesos.
En el mes de julio, Sandoval Castañeda tuvo que anunciar un préstamo de más 15 millones de pesos para rescatar al Ayuntamiento de Tepic, en ese entonces aún gobernado por su compañero de partido Héctor González Curiel. Ese dinero fue utilizado para pagar los salarios de los trabajadores de la Presidencia Municipal.
En días pasados, el gobierno municipal anunció que debido a que los pagos que deben realizar, “son demasiados altos” para las posibilidades del Ayuntamiento, tendrán que realizar una reestructuración de la deuda.
De no hacerlo, funcionarios municipales han señalado que no podrán generar obra pública y solucionar diversas problemáticas en el municipio, como los referentes al agua potable y drenaje.
Por otra parte, está el caso del municipio de Bahía de Banderas, donde el Edil que concluyó su periodo este año, Rafael Cervantes Padilla, dejó una deuda de más de mil millones de pesos. Tras ello, se convirtió en el Alcalde en la historia del municipio que dejó la mayor deuda.