Más de la mitad de los 40 millones de niños y adolescentes que viven en México permanecen en situación de pobreza, y de ellos alrededor de 4.7 millones están en pobreza extrema, advirtió hoy Unicef, entidad que urgió a atender prioritariamente a los menores indígenas.
En su informe anual correspondiente a 2014, la oficina en México del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) indicó que, en colaboración con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), actualizó el estudio sobre pobreza y derechos sociales de los niños.
El informe “revela que 21.2 millones de niños, niñas y adolescentes (53.8 por ciento) se encontraban en 2012 en condición de pobreza y 4.7 millones (11.9 por ciento) en pobreza extrema”.
Asimismo, destaca que “la niñez indígena continúa siendo la población más vulnerable y que se necesita proteger especialmente, con estrategias que involucren a diversos sectores, a los niños y las niñas menores de un año, quienes son los que menor acceso tienen a servicios de salud”.
Precisa que en la región sur-sureste de México más de 60 por ciento de los niños, niñas y adolescentes viven en condiciones de pobreza.
El documento reconoce que gracias al suministro de hierro, ácido fólico y vitamina A, la situación nutricional de los niños en México ha mejorado.
Sin embargo, 1.5 millones de niños y niñas menores de cinco años presenta desnutrición crónica. En zonas rurales, uno de cada tres niños padece esta condición y en los menores indígenas la tasa es más del doble que en los menores no indígenas.
En cuanto a salud, la tasa de mortalidad en niños y niñas menores de cinco años sigue siendo alta en estados como Guerrero, Chiapas, Puebla y Oaxaca, a pesar de que la tasa nacional ha disminuido considerablemente en la última década.
Más de una cuarta parte (27-5 por ciento) de los niños y niñas menores de un año carecen de acceso a los servicios de salud.
Por otro lado, la matriculación en las escuelas primarias es casi de 100 por ciento. Sin embargo, todavía hay 6.1 millones de niños entre tres y 17 años que no asisten a la escuela.
Entre los adolescentes indígenas, la tasa de asistencia a la escuela secundaria es de 69.3 por ciento, frente al 83.9 por ciento de los no indígenas.
El informe subraya otras áreas de rezago, como el trabajo infantil. Al respecto, apunta que 2,5 millones de niños de cinco a 17 años trabajan, pese a los esfuerzos realizados en los últimos años para reducir este fenómeno.
En términos generales, 76 por ciento de la población de cero a 17 años tiene al menos una carencia social, advierte.
El organismo internacional señaló que México ha avanzado en el cumplimiento