El Leicester City consiguió lo que parecía imposible: se coronó campeón de la Liga premier inglesa después de empezar la temporada con todas las apuestas en contra y tras una campaña increíble en que demostraron que en el fútbol nada está escrito y que los chicos, los que no son poderosos, también pueden triunfar.
Tuvieron que pasar 132 años para que el modesto equipo alzara la copa de una de las ligas más importantes del del mundo.
El título lo aseguró tras el agónico empate 2-2 de Chelsea ante Tottenham, el único equipo que podía quitarles el campeonato. Leicester celebra a falta de dos fechas y con 77 puntos una de las hazañas deportivas más increíbles de la historia.