Un mes antes del asesinato de Rubén Espinosa, un fotógrafo que había recibido amenazas en Veracruz, el gobernador de ese estado, Javier Duarte, acusó a periodistas locales de tener nexos con la delincuencia y advirtió que esos vínculos podrían derivar en represalias de los criminales.
“La delincuencia tiene nexos, tiene puentes (…) Lamentablemente, algunos de los colaboradores, trabajadores de los medios de comunicación tienen vínculos con estos grupos y también están expuestos a esta situación”, dijo Duarte en una reunión con comunicadores veracruzanos realizada a finales de junio.
“¿Qué les quiero pedir, compañeras y compañeros? Y se los digo por ustedes, por sus familias, pero también por mí y por mí familia, porque si algo les pasa a ustedes al que crucifican es a mí… Pórtense bien, todos sabemos quiénes andan en malos pasos”, agregó.
Las declaraciones de Duarte, militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), han sido retomadas y criticadas por algunas organizaciones civiles luego del asesinato de Espinosa y otras cuatro mujeres en el Distrito Federal, reportado por autoridades capitalinas este fin de semana.
Espinosa era colaborador de la agencia Cuartoscuro y del semanario Proceso, y había denunciado que sufrió amenazas en Veracruz. Por esa razón, había decidido mudarse a la capital del país.
Para las organizaciones civiles, su asesinato refleja la indefensión que padecen los periodistas en Veracruz, un estado del Golfo de México donde al menos 13 comunicadores han sido asesinados desde que Duarte asumió el poder en 2010.
Sobre el asesinato de Espinosa, el gobierno de Duarte calificó de “aberrantes” los hechos y se dijo confiado en que la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal pueda esclarecerlos lo más pronto posible.
Hace un mes, Duarte advirtió que su gobierno iría detrás de las “manzanas podridas” relacionadas con la delincuencia.
“Todos sabemos quiénes de alguna u otra manera tienen una vinculación con estos grupos. Que nos hagamos como que la Virgen nos habla es otra historia, pero todos sabemos quiénes tienen vínculos y quiénes están metidos con el hampa. Pórtense bien, por favor, se los pido”, dijo el gobernador entonces.
“Vamos a sacudir el árbol y se van a caer muchas manzanas podridas. Yo espero, verdaderamente se los digo de corazón, que ningún colaborador, ningún trabajador de los medios se vea afectado por esta situación, y solamente se van a ver afectados quienes de alguna u otra manera tienen vínculos con estos grupos criminales. No hay que confundir libertad de expresión con representar la expresión de los delincuentes a través de los medios”, añadió.
Duarte termina su mandato en Veracruz en 2016, cuando su partido buscará mantener la hegemonía que ha tenido durante más de 80 años.
Algunas de las críticas que ha enfrentado con más frecuencia se derivan de la situación de inseguridad en el estado y de los riesgos que corren los periodistas. Ante esos señalamientos, el gobernador priista asegura que los problemas son menores en comparación a cuando él asumió el cargo hace cinco años.