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Por Gloria Herrera
Sólo un 20% de los 60 invidentes que se encuentran agrupados en la organización Discapacitados Visuales de la Bahía (DIVIBA) tienen un trabajo estable, la mayoría se dedica a cantar en la calle, pedir dinero en algunos cruceros o vivir de sus familias, según lo comentó Alejandro Castillos Sánchez, titular de la organización.
Asimismo, señaló que los ciegos y débiles visuales tienen la capacidad de ser productivos para las empresas “Pueden realizar trabajos de oficina, pueden contestar teléfonos, pueden trabajar en telemarketing, pueden trabajar en el área de cobranzas, en guía telefónica, también son personas que no están educadas en el manejo de equipos electrónicos como computadoras, pueden trabajar doblando en los hoteles en lavandería, realizar labores que no representen un peligro, una actividad cotidiana que no sea peligrosa”.
Por lo que pidió a los emprendedores darle oportunidad de empleo a los ciegos: “Nada más es un poquito abrir la ayuda de las compañías hoteleras, para que acepten a aquellas personas”.
Además, destacó que los hoteleros vallartenses son incluyentes en general, que la mayoría están abiertos, sin embargo también hay otro problema, mencionándolo como cuestión de educación, pues el tema es la parte legal.
“Hay muchos empresarios que tienen la idea que una persona ciega representa un mayor porcentaje de posibilidad de accidentes de trabajo y obviamente no quieren correr ese riesgo, una de las cosas más curiosas es que las personas con discapacidad, además de que tienen un índice menor de accidentes de trabajo, porque son más cuidadosas, también son las que tienen el índice más alto de puntualidad y asistencia, son personas que cuidan mucho su trabajo”.
Asimismo, destacó que de acuerdo al censo del INEGI de 2010, en el municipio de Puerto Vallarta se tenían registradas aproximadamente 500 personas con deficiencia visual, cantidad que sigue aumentando en gran medida por los efectos de la diabetes.
