Después de las votaciones del pasado 7 de junio, México puede ver al futuro. Especialistas en Prospectiva –la materia que consiste en la construcción de escenarios- aceptaron visualizar 2018, año en que habrá elecciones presidenciales y en el que, probablemente, el país no haya superado la crisis social generada en la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de la Escuela Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014.
Con los elementos del presente, los especialistas coincidieron en que México puede arribar a 2018 como un cuerpo enfermo en algunos de sus órganos vitales, pero con una firme esperanza de curarse y salvarse. Los escándalos de corrupción, sobre los cuales no hay indicador de cambio, volverán a hacer mella en la credibilidad del sistema político y en tal paisaje, sucederán las campañas electorales, dijeron.
En este ejercicio futurista, los expertos vieron, como también lo observaron los diarios británicos The Economist y Financial Times, a dos personajes clave en la disputa por la silla principal del país: Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, quien repetiría la receta de la candidatura independiente y Andrés Manuel López Obrador, postulado por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
El pasado domingo 14, Margarita Zavala Gómez del Campo develó su objetivo de contender por la primera magistratura sin precisar por qué partido político. Horas después fue clara y dijo que lo hará por Acción Nacional (PAN). De modo que los especialistas añadieron al tablero político de 2018 la figura de la esposa del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), en representación de la derecha mexicana, en una candidatura que puede ser similar a la de la también Josefina Vázquez Mota, en 2012.
“Con todo, Andrés Manuel López Obrador tiene ahora sí una gran oportunidad en ese futuro que ya es inmediato. Está la probabilidad de que Jaime Rodríguez Calderón, ‘El Bronco’ sea un buen Gobernador; pero que su figura política se debilite. Si no entabla un canal de comunicación efectivo fuera de Nuevo León, su personaje no logrará convencer, aun cuando realice las alianzas más fuertes. Controvertido o no, López Obrador llegará más experimentado y conocido que cualquiera. Y eso ya es innegable”, expuso Marco Eduardo Murueta, doctor en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y constructor de escenarios con la Psicología del Poder como punto de partida.