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América y Tigres, los dos mejores equipos de la temporada regular, chocarán el jueves en el partido de ida de la final para dirimir al campeón del torneo Apertura del fútbol mexicano.
Las Águilas han vivido días complicados fuera de la cancha por la situación contractual de su entrenador, el argentino Antonio Mohamed, quien termina su acuerdo con el equipo y ha dejado entrever que no seguirá en el cargo sin importar lo que ocurra en la final.
“No vamos a decir que todo está bien, porque no es real”, dijo Mohamed a la cadena TDN de Televisa, la empresa dueña del equipo. “Hay un montón de cosas que no son normales, yo no he tenido ninguna pelea (con los dirigentes), pero la relación es más fría que al principio”.
La semana pasada, Mohamed separó del plantel al lateral Paul Aguilar, titular en el Mundial de Brasil, por una indisciplina. En principio dijo que su ausencia se debía a una lesión.
“Se filtran cosas que no se deben filtrar, no se debió filtrar lo de Paul Aguilar, había que tenerlo con hermetismo”, agregó Mohamed.
A pesar de todos esos problemas que surgieron la semana pasada, América logró sortear las semifinales al dejar fuera al Monterrey con un global de 3-0, y en público sus jugadores afirman estar más unidos que nunca.
“Me da risa lo que pasa en torno al equipo, porque fue líder y está en la final, ustedes (prensa) vienen a los entrenamientos y nunca han presenciado algo diferente a buen ambiente”, dijo el lateral Miguel Layún. “Lo que puedo garantizar es que quiero tatuarme una estrella más, lo demás no me interesa”.
A pesar de los problemas, tanto Mohamed como el resto del equipo han dicho que buscan ganar el 12do título en la historia del América, que lo colocaría como el equipo más laureado del país. Actualmente, el club de la capital está empatado con 11 coronas con Chivas.
“Por todo el entorno, por todo lo que implica ser campeón con este equipo, creo que sería el logro más grande de mi carrera”, afirmó Mohamed.
América disputa su tercera final en los cuatro últimos torneos.
Sobre la cancha, la ausencia de Aguilar pesa porque su lugar es ocupado por el inexperimentado jugador Ventura Alvarado, un canterano de 22 años que apenas tiene seis partidos disputados en la primera división.
Otro ausente por América es el volante argentino Rubens Sambueza, quien ha estado batallando con una lesión en una pierna que lo marginó del partido de vuelta ante Monterrey. Mohamed ha dicho que difícilmente estaría recuperado para jugar la ida ante Tigres.
A diferencia de la tormenta que se vive en las Águilas, Tigres ha trabajado alejado de los reflectores y llega a la serie final montado en una racha de 14 partidos consecutivos sin perder, incluyendo sus partidos de cuartos de final y semifinal ante Pachuca y Toluca, respectivamente.
Los universitarios, dirigidos por el brasileño Ricardo Ferretti, han sido criticados por jugar un fútbol poco espectacular. A los Tuzos y Diablos Rojos los eliminaron gracias a su mejor posición en la tabla porque ambas series acabaron igualadas, la primera 2-2 y la segunda 0-0.
Ferretti, quien ha sido cuatro veces campeón en el país y está en su séptima final, defendió la forma de jugar de su equipo y afirmó que usar el gol de visitante como criterio de desempate no ayuda a ser más espectacular.
“No sé quién fue el iluso que pensó que el fútbol sería más abierto con el gol de visitante, porque si yo recibo un gol (como local) tengo que anotar dos, entonces prefiero que no me anoten”, dijo Ferretti. “Yo como local podría salir a meter un gol, pero si Toluca me metía uno me deja fuera, entonces prefiero no recibir”.
Ese criterio ya no aplicará para la final donde en caso de empate en el marcador global están considerados tiempos extras y penales.
Tigres busca el cuarto campeonato de su historia, y primero desde el Apertura de 2011.
El partido de ida se disputará en el estadio Universitario de Monterrey, en el norte del país, y la vuelta será el domingo en el estadio Azteca.
Esta es la primera vez que se enfrentan en una final los dos mejores equipos de temporada regular desde el Apertura de 2012, cuando el número uno Toluca chocó con Tijuana. Los “Xolos”, que eran dirigidos por Mohamed, consiguieron el título.
