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La posibilidad de que Jalisco modifique su Código Civil para avalar los matrimonios igualitarios ha activado tanto a los grupos conservadores ligados a la iglesia católica como al conservadurismo oficial que intenta que en este estado la figura del matrimonio sea inmutable.
Desde el jueves 5 de junio del diputado Héctor Pizano Ramos hizo pública su intención de modificar el artículo 258 del Código Civil para que en él se establezca que el matrimonio se conforma por “dos personas” en lugar de “un hombre y una mujer”, como señala actualmente; la intención era llevar el dictamen al pleno del Congreso estatal el martes 10 de junio, pero eso no sucedió.
Según Pizano esta semana podría estar listo el documento para someterlo a votación de los legisladores, pues debido a que el proyecto no obedece a la agenda parlamentaria de su partido, el PRI, debe acordarlo primero con la bancada, encabezada por Rafael González Pimienta, político de la vieja guardia tricolor.
“Se trata de un tema jurídico, solamente, pues la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya ha resuelto en este sentido y tarde o temprano le ordenará a Jalisco que modifique su Código Civil para armonizarlo con la Constitución y los tratados internacionales en Derechos Humanos que ha firmado México”, señaló el legislador.
A pesar de la intención de Pizano de mantener este asunto sólo en el terreno jurídico, algunos legisladores del PRI, de Movimiento Ciudadano y sobre todo del PAN, se mostraron reacios por considerar que la figura del matrimonio debe conservarse como hasta ahora, entre un hombre y una mujer.
Además, desde la campaña de 2012 el hoy gobernador, Aristóteles Sandoval, afirmó ser respetuoso de los derechos de las personas homosexuales, pero se manifestó en contra de modificar el Código Civil para permitir los matrimonios igualitarios.
“No hay necesidad, yo creo que la ley está bien como está. La discusión del tema es que sí tengan certezas jurídicas, pero no modificando la institución del matrimonio”, señaló Sandoval Díaz en abril de 2012, cunado era candidato.
Así, ha trascendido que desde el gobierno del estado hay un veto a la propuesta de Pizano Ramos.
El martes 10 de junio Pizano Ramos sabía que su iniciativa no subiría al pleno, sin embargo, al Congreso de Jalisco se presentó Daniel Gallegos Mayorga, de la asociación Por la Vida, la Esperanza y la Renovación de México, vinculada a la ultraderecha jalisciense.
El activista afirmó que él y su organización, supuestamente integrada por más de 50 mil personas, harán los necesario para evitar que se modifique el Código Civil, como lo propone el priísta.
En su opinión, la iniciativa para reformar el código es “un ultraje a la célula básica de la sociedad”, pues “el matrimonio entre personas del mismo sexo no es un derecho humano”.
Gallegos Mayorga cree que la homosexualidad es una enfermedad y que el Estado debe ayudar a las personas que “la padecen”, pero no otorgándoles derechos que, según él, no son para ellos.
En su portal web, la asociación señala en su declaración de principios que la familia es “la comunidad que vive en un hogar, formada en la relación estable de un hombre y una mujer, mediante el vínculo del matrimonio, sus hijos y, eventualmente, otros miembros unidos por vínculos de sangre”.
Desde 2007 Gallegos Mayorga y su asociación forman parte de la coalición Mexicanos por la Vida de Todos, que en 2011, junto con el PAN, promovió una reforma el Código Civil de Jalisco para establecer un sólo modelo de familia y “blindar” a la familia tradicional.
La modificación propuesta establecía que la familia sólo podía estar conformada por un hombre, una mujer y sus hijos. El dictamen fue rechazado por el Congreso local en octubre de 2011.
En 2008 esta asociación también promovió la reforma que se aprobó el año siguiente en el estado y que contempla la protección de la vida “desde el momento de la fecundación”.
El diputado Pizano indicó que sostuvo un encuentro con Gallegos Mayorga y éste alegó que la Suprema Corte está equivocada; “pues vaya a discutir con la Suprema Corte”, fue la respuesta del legislador.
Exigen derechos
Por su parte, el colectivo Familias en la Diversidad Sexual (Fadis), se pronunció a favor de la propuesta del diputado Pizano Ramos y calificó como homófoba y racista la postura del PAN y Movimiento Ciudadano, que desde que se discutió la Ley de Libre Convivencia en Jalisco se pronunciaron por acotar algunos derechos.
“Impedir el matrimonio igualitario es seguir bloqueando los derechos básicos de la población LGBT (lésbico, gay, bisexual y transexual) mediante una concepción errónea y religiosa del matrimonio que se ha visto reflejada en nuestras leyes, pero sobre todo fortalece los mitos y tabúes que las y los generadores de conciencia social por muchos años hemos estado trabajando para resignificar”, señaló el colectivo en un comunicado.
“Tomando en cuenta que solo el 40% de la población vive en una familia tradicional dentro del estado de Jalisco, la necesidad va mas allá de una condición genérica, es una necesidad legal para heredar, adquirir vivienda, seguridad social y otro tipo de servicios por los que tod@s pagamos”, declararon.
