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Como parte de la diversificación de mercados turísticos de la Riviera Nayarit, la atención al segmento Lésbico-Gay-Bisexual-Transexual (LGBT) es inminente y ávida de colaboración mutua.
Por su Infraestructura, calidad y lujo, diversidad de pueblos costeros, así como su gran sentido incluyente y amigable hacia los turistas, la Riviera Nayarit es un destino viable para este segmento que crece anualmente en un 11% en comparación con el convencional que crece en 3.5% según la International Gay Lesbian Travel Association (IGLTA).
También exponen que este mercado gasta en el turismo 600 billones de dólares anuales. En Estados Unidos, un mercado natural del destino, las parejas del mismo sexo obtienen ganancias mayores en un 20.4% con respecto de las parejas convencionales.
El 45% de las parejas homosexuales estadounidenses viaja al extranjero, mientras que sólo el 9% de las heterosexuales lo hacen. A esto sumarle que viajan mínimo 4 veces al año y gastan 30% más. Son un mercado leal y creador de tendencias.
Todos estos números justifican un eventual crecimiento de este mercado hacia la Riviera Nayarit, considerando que ya hay hoteles que manejan grupos anuales LGBT y bodas simbólicas.
Un caso es el de Hard Rock Hotel, que recibe la visita de grupos como Atlantis y Olivia, sumando más de 1,500 huéspedes del segmento LGBT en un lapso de 2 semanas. Este hotel tiene un certificado “Out Now”, que indica un manejo integral del mercado LGBT.
Así mismo, podemos encontrar bodas del mismo sexo en Iberostar Playa Mita, por mencionar un caso. La postura de varios hoteles de la Riviera Nayarit es de apertura hacia este mercado, casos como Grand Palladium, Matlali, Occidental Grand, Garza Canela, St Regis, entre otros.
Al respecto, la Chef Betty Vázquez comentó que desde los años 50’s el Puerto Histórico de San Blas ha recibido a este sector, el cual ha sido bien acogido por la gente local, al grado de que ahora haya empresarios de este segmento trabajando a favor de Nayarit.
“Hay una gran comunidad LGBT en el pueblo, todos bien vistos y aceptados, y para todos son parte de la comunidad, es gente productiva e industriosa. A raíz de ver esto, el turismo LGBT se sintió cómodo y se ha ido quedando en el pueblo, ya sea a vivir por temporadas o permanentemente”, compartió Betty Vázquez.
