Por Claudia Ubaldo
Una vez más, la ciudad de México fue testigo de la actuación de uno de los más legendarios músicos que han pisado la escena del rock de todos los tiempos.
El pasado jueves 19 de mayo, en el Teatro Metropolitan, personas de distintas edades se dieron cita para escuchar a uno de los mejores guitarristas dentro del género metal: Yngwie Malmsteen.
Sueco de nacimiento, este guitarrista y compositor destaca por sus composiciones dentro del género metal neoclásico y heavy metal.
Favorito de muchos, desde los años 80’s se creó una fama por su habilidad al tocar ese gran instrumento de cuerdas.
Por ello, el recinto de la avenida Independencia fue testigo de la magia transmitida por Malmsteen al público mexicano, que se dio cita para ser partícipe de la gran maestría con la guitarra del afamado rockero europeo.
Hábil y provocativo con el instrumento que lo ha inmortalizado, Yngwie deleitó a sus seguidores con piezas como “Damnation Game”, “Adagio” de Nicolo Paganini, Black Star, entre muchas otras.
Este virtuoso maestro del “shredding” puso a vibrar a los miles de asistentes al concierto, a pesar de que durante todo el evento se presentaron problemas técnicos y que se notó que no había un acoplamiento entre él y su banda.
Yngwie tiene lo que ningún músico de su género ha logrado: tocar de tal manera que parece entrar en un trance, pues hay composiciones tan largas y complicadas que no cualquiera podría imitarlas. Además, tiene una gran conexión con su guitarra; es como si estuviera jugando con una niña, cargándola y meciéndola mientras toca. Sus dedos viajaban a velocidades supersónicas a lo largo y ancho de los mástiles de las guitarras.
Él se caracteriza por tocar hermosas piezas clásicas de una increíble manera y esa noche no fue la excepción. Logró atrapar al espectador por la manera tan delirante en que lo hace; él disfruta lo que hace y lo hace notar con gran pasión.
Eso provoca que, aunque lo acompañe su banda, sin duda él como solista sigue siendo amo y rey mientas esté sobre un escenario. Sin duda, Yngwie Malmsteen continúa siendo uno de los mejores músicos contemporáneos.
Así terminó una noche catártica y memorable, donde los sonidos de las guitarras Fender Stratocaster dejarán ecos imborrables durante mucho tiempo.