Parecía que el miércoles no ‘traía muchote’.
En cuestión de cartelera pambolera se trataba de un miércoles de Copas en las ligas europeas, sin platillos quizá de gran renombre, como el Atlético – Real, que se jugará mañana.
Sin embargo, para el aficionado mexicano que no estuvo tan distraído y que tuvo oportunidad de seguir este juego, resultó un tremendo miércoles. Dos mexicanos titulares en un partidazo en Anoeta.
La vuelta de la serie de octavos de final entre Real Sociedad y Villarreal, juntó en la cancha a dos alegres compadres que terminaron por alegrar el siempre voraz apetito de exitismo del fan mexicano, que sufre por ver al Chicharito en la banca en cada partido del Real Madrid.
Ni los ‘Txuri-urdin’, ni el ‘Submarino amarillo’ son el cuadro merengue. No tienen su nivel de grandeza, ¿pero qué cojones importa el glamour cuando se pueden ver exhibiciones como la que los mexicanos nos regalaron este día, con cuadros de menor alcurnia?
ESCENARIO DIGNO
No era un partido cualquiera. No estaba en juego un título, ni era una semifinal de Champions, pero en España la Copa es otra cosa, se respeta y el premio al ganador sería el boleto a cuartos de final. Nada mal para el presupuesto y diseño de temporada de las escuadras en cuestión.
Un gran escenario para los mexicanos, amigos fuera de la cancha, hoy rivales. Ya tenía rato que no los veía aledaños en una cancha. Todavía me acuerdo cuando se juntaron en Perú a dar cátedra en el 2005. Nunca vi una dupla en ataque mexicana tan fantástica como aquella.
PROTAGONISTAS
Nueve años después nos regalaron un miércoles que no muchos esperábamos porque se armó un agarrón en Anoeta. Villarreal amplió la ventaja que ya llevaba con un golazo de Gerard Moreno en una contra magistralmente conducida por Gio, pulcro en la conducción a toda velocidad y exacto en el momento de servir al anotador del gol.
Se le venía la noche a la Real Sociedad, pero la luz llegó a través de Vela, oportuno cual choyero de la cuadra para empatar a un minuto del descanso y dar nueva vida a su equipo.
Así fue, los locales inclinaron la cancha en el segundo tiempo, amenazaron con darlo vuelta, pero en un descuido de su defensa apareció Gio, pícaro y rápido como ‘Speedy González’ para robar en el área y definir tras el control orientado. Segundo gol mexicano de la noche.
Faltaba la frutilla del pastel. A los de San Sebastián ya no les alcanzó para revertir la eliminatoria, pero volvieron a encontrar esperanza tras otra aparición de Vela, en esta ocasión, una genialidad. El mexicano devolvió una pared a Granero con vaselina y ‘El Pirata’ definió a la red para el empate definitivo.
Ya se imaginará uno si hubo intensidad o no con el dato de que Carlos Vela, habitualmente con poco sacrificio, fue amonestado al derribar rudamente a Gio.
Fue un miércoles atípico para el futbol mexicano. Con dos de sus mejores futbolistas en duelo brutamente puro por una eliminatoria. Ambos titulares, dejando goles, asistencias y genialidades en la cancha.