Universidad de Guadalajara tuvo la oportunidad de lograr la hazaña, tuvo la gloria en las manos, depender de sí mismo para mantenerse en Primera División, no supo manejar el resultado, le dieron la vuelta y es el candidato más fuerte candidato a regresar a la Liga de Ascenso.
Leone Negros siguió al pie de la letra el manual que indica cómo perder una ventaja. De entrada, desperdiciando la posibilidad de incrementar su diferencia, y luego cometiendo errores graves en la zaga. Ahora debe ir a ganarle a Cruz Azul, esperando que Santos les haga el milagro y derrote a Puebla.
En el primer lapso, el equipo Alfonso Sosa fue superior al cuadro veracruzano. Los Tiburones tuvieron una sola jugada en los primeros minutos del encuentro, y que Julio Furch desperdició, enviando por encima de la portería.
Leones Negros tuvo el dominio del encuentro. Mantuvo posesión de la pelota y generó ocasiones, hasta que la menos esperada acabó en gol para los universitarios.
Al minuto 23′, Jonathan Gonzales envió un centro desde la derecha, le desviaron ligeramente la pelota y con una pésima técnica para intentar atajar, el mismo portero Edgar Melitón Hernández empujó la pelota al fondo de su propio arco, en un gol inverosímil en el fútbol mexicano.
El árbitro Cesar Arturo Ramos perdonó a Veracruz de un penal. Al ecuatoriano Gonzales le dieron un rodillazo en el muslo, y el juez central decidió omitir.
En el minuto 58, Veracruz empató después de que UdeG desperdició una clara de Fidel Martínez. Ángel Albín aprovechó una serie de rebotes dentro del área, ante el desconcierto de la defensa universitaria.
Al 85′ Emanuel García se hizo un “traje de torero” y desbordó por izquierda. Se llevó a dos defensas y quedó frente al guardameta cruzó y definió el encuentro.
Los “melenudos” se volcaron al final, hubo drama, oportunidades y un remate en el travesaño. Nada funcionó. Ahora UdeG está condenado, y ya no depende de sí mismo, pues se cansó de perder oportunidades para salvarse.