Tom Brady, otro héroe estadounidense que se cae a pedazos

Tom Brady, el quarterback de los New Englands Patriots y un héroe al gusto de los estadounidenses, comienza a ver carcomida su imagen tras la revelación de un informe de 243 páginas que le señala de haber sido consciente de un complot para desinflar los balones en la final de la Conferencia Americana de la NFL.

El llamado “Deflategate” del football americano volvió a sonar con fuerza este jueves, cuando medios de prensa locales, encabezados por el Daily News y el New York Post, desataron una ola de críticas al hasta entonces bautizado “Tom Terrific” por su papel en uno de los mayores escándalos del deporte norteamericano.

El quaterback de New England es señalado por la Liga Nacional de Football (NLF) de ser cómplice de las personas dentro de su equipo que tenían a su cargo la manipulación de los balones usados en ese partido clave.

Jim McNally, responsable del vestuario de los árbitros en el estadio de los Patriots, y John Jastremski, un asistente encargado del equipo, “participaran en un esfuerzo deliberado por desinflar los balones de juego luego de que los mismos fueran examinados por los árbitros”, afirma el informe.

La investigación también asegura que es “más probable” que Brady tuviera un conocimiento general de las actividades inapropiadas de McNally y Jastremski sobre desinflar los balones.

“Tom Brady estaba como mínimo al corriente, de manera general, de las actividades inadecuadas de McNaclly y Jastremski”, según el informe del abogado Ted Wells, redactado después de cuatro meses de investigación y audiencias.

El “Deflategate” (escándalo del desinflado) comenzó el 18 de enero sólo pocas horas después del final de conferencia y etapa previa al Superbowl, ganada por los Patriots a Indianapolis Colts (45-17).

El partido se jugó bajo temperaturas congelantes, y los balones con menos aire de los Patriots le dieron a Brady una ventaja en el agarre, que facilitó su maniobrabilidad y dirección de los pases.

La NFL establece muy rápidamente que los balones de New England no estaban inflados de conformidad con el Reglamento (entre 12,5 y 13,5 libras, o bien entre 879 y 940 g/cm²).

Se sabe ahora que el iracundo entrenador de los Patriots, Bill Belichick, desconocía de la maniobra, y que al terminar el partido Jim McNally se encerró con los balones en un baño para volverles a poner la cantidad adecuada de aire.

– Intercambios de SMS –

Para apoyar sus conclusiones, Ted Wells tiene a la mano el intercambio de SMS entre McNally y John Jastremski. En ellos también mencionaron sus recompensas, como zapatos, ropa y pelotas “firmadas por Tom”, lo que les permitió ganar una fortuna vendiéndolos como souvenirs a los aficionados al fútbol americano.

Brady es de hecho un fenómeno de fútbol americano con sus cuatro títulos supremos, incluido el conquistado dos semanas después del inicio del “Deflategate”, en seis apariciones en los Superbowl.

El icónico mariscal de campo fue reclutado por los Patriots en 2000, y era uno de los solteros más codiciados de Estados Unidos antes de casarse con la modelo brasileña Gisele Bundchen en 2009.

Forman una de las parejas estrellas del jet set local, y el además gana millones en publicidad.

El sábado, estuvo en la mañana en el Derby de Kentucky y viajó después a Las Vegas en un jet privado para ver la Pelea del Siglo entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao.

Brady ahora está a la espera de saber la sanción que podría imponerle la NFL. Su abogado dijo el jueves que “el informe Wells contenía errores”, pero la NFL, criticada fuertemente en 2014 por su mal manejo de casos de violencia doméstica, debe actuar rápido y golpear duro para evitar más daños a la imagen del deporte.

“Tom Terrific” siempre ha negado su participación, al igual que en enero en una conferencia de prensa: “No he tocado la pelota en forma alguna de (…) Nunca he roto las reglas”.

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