La maldición de Cruz Azul de siete finales consecutivas perdidas se terminó en el torneo de Copa MX ante Atlante en una serie de penales.
De la mano de Guillermo Vázquez, La Máquina celeste venció al Atlante 4-2 desde los once pasos y regaló a su afición el tercer título en este certamen en la historia del club y de paso reivindicó un poco de su historia reciente.
La Máquina y los Potros se reservaron sus mejores armas para los últimos minutos del partido, en especial los cementeros que se negaban a extender su mala racha en Finales pero en tiempo regular no se hicieron daño.
Jorge Villalpando y Jesús Corona arrancaron el aliento de la tribuna con dos atajadas al 87’ y 88’ respectivamente.
Teófilo Gutiérrez lo intentó solo frente al arquero de los Potros pero no logró convertir. Del otro lado fue Jerónimo Amione quien obligó a “Chuy” a lanzarse raudo y veloz para atajar.
Nadie quiso regalar un palmo de terreno, el guión se mantuvo con amagos de buen futbol pero como lo primordial era evitar un error, el daño no se produjo en 90 minutos.
La Máquina no ganó ni la Semifinal ni la Final con goles en tiempo regular pero el formato del torneo y la precisión de sus cobradores le facilitó la tarea en su camino al título.
En el duelo, los únicos suspiros que regaló el primer tiempo fue un disparo de Francisco Uscanga al 20’ y un remate de cabeza de Gerardo Flores tras varios toques celestes con un penúltimo toque de Torrado.
En ese lapso de tiempo la tímida enjundia de Cruz Azul y Francisco Fonseca a base de reclamaciones y luchas individuales fue el único balance apreciado por un inmueble colmado.
Cuando Pablo Barrera comenzó a marcar la diferencia en el segundo tiempo con desbordes llegó la estrategia atlantista con barridas y faltas como la de Pepe Martínez al 63’ y que le costó lesionarse la mano.
La respuesta de Atlante vino con el ingreso de Jerónimo Amione y los tiros de esquina como sus mejores aliados. Así llegó el susto más grande para la afición celeste cuando vio como Joe Bizera remataba de cabeza y en la línea salvó Javier Orozco.
Así se consumó el tiempo regular y los tiros desde los once pasos definieron al ganador de una noche espectacular donde un equipo de Primera División volvió a levantar la Copa MX.