Un total de 28 personas fallecieron en el estado Puebla a consecuencia de las fuertes lluvias que dejaron los remanentes de la tormenta Earl a su paso por esta región del centro de México, informaron hoy a Efe autoridades locales.
Las intensas precipitaciones pluviales provocaron aludes que sepultaron varias viviendas en los municipios de Huauchinango y Tlaola, en una zona serrana y de difícil acceso del estado.
En el municipio Huauchinango se contabilizaron 13 personas muertas al quedar sepultadas sus viviendas mientras que en la comunidad de Xaltepec, perteneciente a esta localidad, 11 personas perdieron la vida en circunstancias parecidas.
En el municipio de Tlola la cifra de muertos ascendió a tres y una última víctima mortal tuvo lugar en esa misma región cuando un deslave de tierra arrastró varios autobuses.
A excepción de esta última víctima en una carretera, los 27 fallecidos restantes quedaron sepultados por los aludes que enterraron sus viviendas en la madrugada de este domingo.
En Huauchinango hubo deslaves en cuatro colonias y entre los 13 muertos hay siete menores y seis adultos.
En Xaltepec, de ese mismo municipio, un cerro se derrumbó sobre una comunidad y causó la muerte de 11 personas, de las cuales ocho son menores de edad.
En Tlaola los derrumbamientos sepultaron varias viviendas y acabaron con la vida de tres personas.
Ante la gravedad de los hechos, el Ejército mexicano implementó el plan DN-III de ayuda a la población civil, en tanto que autoridades locales mantienen en alerta todos los hospitales de la zona, hasta donde han llegado decenas de damnificados.
El gobernador del estado de Puebla, Rafael Moreno Valle, se trasladó a la zona del desastre para encabezar la labores de rescate y ayudar los damnificados y aseguró que “los tres niveles de gobierno” trabajan “en las labores de rescate”.
“No descansaremos hasta reparar los daños ocasionados por Earl”, comentó hace unos minutos vía Twitter.
Los 28 fallecidos en Puebla se suman a los 10 muertos que las lluvias dejaron el sábado en el oriental estado de Veracruz, fronterizo con Puebla, en dos aludes que sepultaron viviendas en la zona montañosa central de esta entidad.