La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Navi Pillay, se sumó este domingo a la condena por las muertes en Egipto y advirtió que la confrontación “está llevando al país al desastre”.
En un comunicado circulado en Ginebra, Pillay unió su voz a la condena generalizada por los dos días de violentos enfrentamientos que han dejado unos 80 muertos y más de 800 heridos.
Por segunda vez en un mes, Pillay pidió una investigación creíble, independiente y rápida sobre las matanzas a gran escala, “en la que las fuerzas de seguridad parecen estar fuertemente implicadas”.
“A pesar de todas las advertencias, todas las llamadas a la moderación, más de 150 egipcios han muerto durante las protestas en el último mes, no sólo en El Cairo, sino también en otras ciudades”, lamentó.
“Temo por el futuro de Egipto si las fuerzas militares y de seguridad, así como algunos manifestantes, siguen teniendo un enfoque confrontacional y agresivo”, expresó.
“Los partidarios de los Hermanos Musulmanes tienen derecho a protestar pacíficamente como cualquier otra persona”, subrayó.
Tomando nota de las reclamaciones contradictorias sobre el alcance y las causas de los asesinatos, Pillay dijo que “era extremadamente urgente que una investigación creíble e independiente se lleve a cabo”.
Advirtió que si se comprueba que las fuerzas de seguridad han empleado el uso excesivo de la fuerza, “los funcionarios responsables deben ser acusados y llevados ante la justicia”.
La Alta Comisionada manifestó su preocupación por “la polarización cada vez más peligrosa que se está apoderando del país”.
Instó a todas las partes a dejar de lado sus quejas y participar en el diálogo nacional urgente con el objetivo de restaurar el orden constitucional a través de elecciones libres y democráticas y para poner fin a la violencia y toda apología del odio.