Por Gloria Herrera
Recientemente, el arqueólogo Juan Jorge Morales, quien tiene el proyecto de colocar pastos y arbolada para de esa manera evitar que se siga deteriorando el sitio que se le llama Zona Arqueológica en Ixtapa, destacó que es necesario que las autoridades municipales intervengan en la conservación de dicha zona, para convertirla en un atractivo turístico más del municipio y así evitar se siga dañando.
Asimismo, el arqueólogo dijo haberse acercado también con autoridades federales, de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONAMP), a fin de que estás también intervengan en la conservación de la zona.
Jorge Morales señaló que primero se tienen que proteger y conservar el patrimonio que es lo más fundamental, que no se siga deteriorando, que se rescate porque tiene un decreto presidencial, ya está expropiada y es una zona de monumentos, que tiene carácter oficial y es nada más aplicar el decreto que dice que cuidar esas hectáreas que están expropiadas.
Al hablar del lugar señaló que está “abandonado y una de las maneras de protegerlo es con contenciones verdes, proteger con pastas, con árboles, como es un sitio principalmente de arquitectura de tierra de adobe, lo que está pasando es que está literalmente derritiendo, la tierra se está…, el agua expuesta al adobe, lo va descomponiendo, entonces una manera de protegerlo es jardiniándolo, poniéndole pastos, algo que contenga la erosión continúa”.
En este sentido la idea es convocar al Ayuntamiento para que se haga responsable del sitio y para empezar protegerlo, regular el uso de suelo y poner letreros para que la gente lo proteja, porque casi nadie sabe que hay una zona arqueológica ahí”, está convencido que pudiera ser un atractivo más a los encantos que ya tiene este destino.
El otro lado de la moneda
A tal declaración, medios de comunicación de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas acudieron al lugar, mismo que está como un montículo de tierra, en donde a su alrededor hay casas y esta habitado. Asimismo tienen sus dueños de tierra y está cercado; a simple vista es todo lo que se puede apreciar, es decir, no hay piedras uniformes, escaleras o despliego de antepasados que hubieran construido en dicho lugar.
Respecto a la zona mencionada un vecino de los alrededores, Raúl Mora destacó que en distintos tiempos se ha luchado para hacer una zona arqueológica, que no es del todo real, es decir, que efectivamente debió haber habido asentamientos pasajeros que dejaron pertenencias y tumbas, mas no hay alguna zona construida, según la historia de una vida de su familia y pasados de su familia y otras circunvecinas.
Aclaró que en su momento sí se encontraron unos monos en una zona de Ixtapa, no en el cerrito, sino en la parte donde hoy se ubica la escuela primaria, donde a él le tocó verlos, pues los conservó un maestro de entonces de dicha primaria, quien además los utilizaba como parte de clases.
No hace muchos años, entre los varios intentos fallidos por “recuperar la zona”, un arqueólogo, apodado “El Gringo”, quien también compartía la idea de que era una zona arqueológica, estuvo excavando y en algunos lugares encontró monos, sin embargo no fue en el montículo de tierra que se presume es una pirámide.
Cuenta que alrededor del año 1935, cuando la empresa de platinos Montgomery fructificaba en esta región, se presume que construyó el cerrito, pues había una laguna que era alimentado por el río, mismo que causaba en temporada de lluvias inundaciones, por lo que se hizo un trenecito, para trasportar la fruta.
Es de ahí que se presume que quedó el cumulo de tierra que manejan hoy en día como zona arqueológica. Cabe destacar que de manera oficial no se encuentra decreto que asegure que realmente existen vestigios arqueológicos, sin embargo es un tema que por lo visto aun están explotando; lo que sí hay es un dictamen a favor de los habitantes, donde se ganó el juicio, así lo asegura Raúl Mora.
Y es que en su momento del estudio de dicha zona, estaba en juego que ellos pudiesen desplazarlos de esos terrenos por el tema en cuestión. Sin embargo, hace aproximadamente cinco años se determinó propiedad privada a favor de los vecinos, especialmente de la familia de Ixtapa Medina, que son los que al parecer tienen este documento legal, que avala a los lugareños como daños de la propiedad y no como zona arqueológica.
Finalmente, Raúl Mora opinó con respecto a la llegada de nuevos proyectos es de oportunistas, que desean ganar u obtener un trabajo: “Considero a quienes siguen queriendo sacar ganancia de supuesta pirámide o zona arqueológica, oportunistas, que buscan al final de cuentas un proyecto, un trabajo, ganar dinero, aunque al final siempre sea la misma respuesta, no hay zona arqueológica, lo que en su momento salió fue de otras excavaciones, y más que nada es que antes los antepasados no se quedaban largos tiempos, no fue en esta zona la costumbre de construir. Sin embargo, lo poco que hay son monos de cerámica, que las tienen personas en su casa y pedacería de barro”, concluyó.