En su retorno a Old Trafford, Cristiano Ronaldo acabó con las ilusiones de Manchester United y catapultó el martes al Real Madrid a los cuartos de final de la Liga de Campeones con una victoria por 2-1.
El atacante portugués selló la remontada al anotar a los 69 minutos, luego que los merengues sacaron provecho que el Man United había quedado en inferioridad numérica debido a la expulsión de Nani a los 55. Los campeones españoles sellaron así un triunfo 3-2 en el marcador global.
“No jugamos bien, no merecimos ganar”, dijo el técnico del Madrid, José Mourinho.
El United se había adelantado al inicio del segundo tiempo gracias a un autogol de Sergio Ramos.
Pero el trámite se volcó a favor del Real Madrid cuando el árbitro expulsó a Nani por levantar mucho la pierna en un cruce con Alvaro Arbeloa.
Ahí fue que el visitante se apoderó de la manija del partido y anotó los goles en un lapso de dos minutos. Cristiano habilitó a Luka Modric para que el volante croata definiese con un sublime remate desde fuera del área a los 67 y después se encargó de sentenciar.
Un partido que comenzó con un despliegue de afecto por el retorno de Cristiano y por ser el número 1.000 de Ryan Giggs con los ingleses acabó con polémica.
Tras el silbatazo final, Giggs señaló furioso hacia el árbitro turco Cuneyt Cakir. Rio Ferdinand se puso a aplaudir sarcásticamente frente al colegiado. El técnico Alex Ferguson saltó furibundo de su asiento para reclamar desde el costado de la cancha.
Fue una derrota que será difícil de asimilar para el United, quizá más porque Mourinho reconoció que los ingleses fueron superiores.
“Independientemente de eso”, indicó Mourinho sobre la tarjeta roja, “el mejor equipo perdió”.
Mourinho, quien con frecuencia ha sido señalado como un posible sucesor de Ferguson, se retiró del campo sin celebrar.
Y es que Ferguson le ganó al entrenador portugués el duelo táctico, poniendo a Giggs por la derecha para vigilar de cerca a Cristiano.
El Real Madrid venía de tocar el cielo con dos resonantes victorias sobre su clásico rival Barcelona, amparado con el contragolpe como arma. El martes, le tocó sufrir con esa fórmula, con el United llevando zozabra con su contraataque.
Ferguson también atinó con su inesperada decisión de dejar a Wayner Rooney en el banco de suplentes, hasta los 73, debido al buen desempeño de Danny Welbeck en el ataque.
“Cuando jugamos once contra once ellos tenían el partido a su favor y no sabíamos cómo llegar”, dijo el arquero merengue Diego López, quien en el tramo final se lució con varias atajadas providenciales. “Nos cerraron posibilidades y la expulsión, evidentemente, ha marcado mucho el partido”.
Las ocasiones más claras del primer tiempo fueron protagonizadas por el United, con un cabezazo de Nemanja Vidic que pegó en un poste tras un córner. Al Madrid le anularon un gol de Gonzalo Higuaín a los 33 por una falta de Ramos sobre Robin Van Persie.
Tres minutos después de la reanudación, el United logró adelantarse cuando el zaguero merengue Raphael Varane perdió un balón, Nani se apoderó del balón y sirvió el centro que Ramos desvió al fondo de la red tras rozar primero en Welbeck.
Todo cambió con la posterior expulsión de Nani por la entrada sobre Arbeloa, a quien golpeó en el pecho.
Ferguson declinó comparecer a la rueda de prensa y mandó a su ayudante, Mike Phelan. Según éste, el entrenador escocés no sentía en condiciones anímicas para dar declaraciones en público.
“Todos estamos muy decepcionados”, dijo Phelan. “No podemos comprender lo ocurrido y el por qué de lo ocurrido … Todos estamos enojados e incrédulos”.
“Arruinó el partido y cambió todo”, añadió Phelan sobre el árbitro.
El Madrid se animó y Modric niveló siete minutos después de ingresar por Arbeloa. Fue una magnífica definición, un remate desde 25 metros que hizo un efecto y eludió la mano izquierda del portero David De Gea, pegó en el poste y se anidó.
Modric participó en el segundo en una bonita combinación de pases. Mesut Ozil recibió del croata y luego cedió a Higuaín, quien sacó un tiro rasante que cruzó por el arco y Cristiano empalmó en el otro extremo.