Enrique Peña Nieto juró este sábado como presidente de México en el Palacio Legislativo, donde representantes de izquierda se alzaron minutos antes con vivas protestas, en tanto afuera del recinto tenían lugar violentas manifestaciones que dejaron más de 20 heridos.
“Protesto (prometo) guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido”, dijo Peña Nieto, del histórico Partido Revolucionario Institucional (PRI), que con mano dura gobernó el país entre 1929 y 2000.
El acto duró escasos minutos, durante los cuales el ahora expresidente Felipe Calderón, del conservador Partido Acción Nacional (PAN, que gobernó los últimos 12 años), se retiró una banda presidencial con los colores de la bandera -verde, blanco y rojo- y el escudo de México, para dársela al nuevo mandatario.
“¡México, México!”, gritaban los legisladores del PRI, mientras que sus detractores izquierdistas chiflaban en signo de protesta.
En tanto, en las calles aledañas al Palacio Legislativo, unos 3.000 manifestantes protestaban, varios cientos de ellos intentando derribar con bombas Molotov, piedras y petardos las vallas de metal instaladas hace días por la policía.
El personal de socorro reportó una veintena de heridos, entre ellos cinco uniformados: uno resultó lesionado en el rostro por una pedrada, dos por una bomba incendiaria, y otros dos por los mismos gases lacrimógenos que lanzaron para repeler a los manifestantes.
“No esperábamos algo tan violento”, comentó uno de los policías.
La sesión inició con unos 45 minutos de retraso y en medio de reclamos de los legisladores.
Dentro del recinto, una pancarta negra, de varios metros de largo y con cruces blancas, resumía en la frase “Imposición consumada, México de luto”.
“Ha concluido un gobierno espurio y comienza la pesadilla de la imposición, la ilegitimidad, inicia la restauración, la vuelta al pasado”, vociferó el diputado de izquierda Ricardo Monreal, en referencia al antiguo régimen del PRI.
Diversas organizaciones críticas del nuevo gobierno, entre ellas el movimiento estudiantil #YoSoy132, convocaron las manifestaciones en la capital y otras ciudades.
Una de ellas se realizará en la emblemática estatua del Ángel de la Independencia, encabezada por el líder de izquierda Andrés Manuel López Obrador, que perdió las dos últimas elecciones y quien acusó a Peña Nieto de haber comprado millones de votos para llegar a la presidencia.
Peña Nieto, un abogado de 46 años con imagen de galán de televisión que dice representar a una nueva generación del PRI, se trasladó luego al Palacio Nacional, para dar su primer discurso.
A los actos asisten Joe Biden, vicepresidente de Estados Unidos y el príncipe Felipe de España así como el gobernador general de Canadá y los presidentes de Costa Rica, Honduras, Colombia, Panamá, Nicaragua, Guatemala y Perú y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
En la madrugada, Calderón entregó el mando a Peña Nieto en una ceremonia simbólica en la que tomó posesión el nuevo gabinete de Seguridad, con el objetivo de evitar una ausencia de poder mientras el flamante mandatario juramentaba.
“Hoy comienzo a ejercer el honroso cargo de presidente” de México, expresó Peña Nieto al concluir el acto solemne de cinco minutos, en el que ambos presidentes estrecharon manos pero no cruzaron palabra.
Peña Nieto, quien había prometido integrar un gabinete “incluyente” como una forma de desligar al PRI de su pasado autoritario y hegemónico, designó a tres independientes en el gabinete (Política Social, Seguridad Pública y Relaciones Exteriores), pero reservó para sus allegados secretarías clave, como las que dirigirán la lucha contra el crimen organizado y la economía.
El gabinete de Seguridad de Peña Nieto está encabezado por Miguel Ángel Osorio Chong, al frente de la Secretaría de Gobernación (Interior); el general Salvador Cienfuegos en Defensa Nacional; y el almirante Vidal Francisco Soberón en la Secretaría de Marina.
Además, juramentó Manuel Mondragón, quien encabezará temporalmente la cartera de Seguridad Pública, de la cual depende la Policía Federal, y que, de aprobarse una reforma que Peña Nieto envió al Congreso, será fusionada con Gobernación. Mondragón fue nombrado subsecretario de Seguridad Pública y Planeación Institucional.
México está sumergido en una ola de violencia que ha dejado decenas de miles de muertos y desaparecidos como consecuencia de las pugnas entre cárteles de droga que se disputan las rutas hacia Estados Unidos y la guerra que Calderón inició en 2006 para combatirlos.