El exBeatle Paul McCartney revisita el pasado con un pie en el futuro con “New”, su primer álbum con nuevo material en solitario en seis años, en el que combina temas de sonido actual con melodías que evocan sus inicios con John Lennon.
Con planta juvenil y talante afable, McCartney presentó hoy en Londres su nueva andadura musical, que le hace sentir “nuevo” -como el título del disco- y feliz de dar a conocer nuevas canciones a cuya composición le inspiró Nancy, su “nuevo amor”, con quien se casó en 2011.
La razón de la demora para su último trabajo -su 16 álbum de estudio- es que “estaba ocupado haciendo otras cosas”, como ballets, música clásica o giras, hasta que encontró el tiempo y “alguien para quien componer”.
“Nancy estaba en Nueva York y yo me levantaba, llevaba a mi hija pequeña (Beatrice) al colegio, volvía a casa y componía una canción, y luego la llamaba para tocársela”, explicó el músico de 71 años.
“Era una excitante motivación. Ella fue la inspiración de muchas de las canciones de este disco”, asegura.
Con doce temas en la versión convencional, que sale a la venta el 14 de octubre, y catorce en la “deluxe”, “New” es un álbum ecléctico donde se nota el sello de cada uno de sus cuatro productores, jóvenes talentos con los que McCartney deseaba trabajar.
“Resultaron ser interesantes de diferentes maneras, así que me quedé con todos”, explica el músico.
Mark Ronson, responsable de “New”, el primer sencillo y el que más recuerda a los Beatles, “tomaba mis canciones y las intentaba mejorar todo lo posible”, mientras que a Paul Epworth, con quien fraguó las más rockeras “Save us” y “Queenie Eye”, “le gusta experimentar”, relata.
Giles Martin -hijo de George Martin, productor original del cuarteto de Liverpool- prefiere “desarrollar mucho las canciones” mientras que Ethan Jones “es muy orgánico”, pues le gusta trabajar “sobre lo que surge espontáneamente”.
“Los temas producidos por él son los más vulnerables, solo soy yo tocando, casi una grabación en directo”, señala “sir” Paul.
Precisamente, una de las joyas del disco es “Early Days”, producido por Jones, donde McCartney recuerda sus inicios con John Lennon, cuando ambos “vestidos de negro de cabeza a los pies y con dos guitarras en el hombro” andaban por Liverpool “buscando a alguien” que escuchara sus canciones.
“Para mí es importante mirar al pasado, porque tengo el lujo de tener recuerdos y poder explorarlos. Con ‘Early Days’ sé que estoy mirando atrás, es muy bonito, me permite rememorarlo, es como si John y yo estuviéramos andando juntos de nuevo”, reflexiona.
En esta misma canción lanza “una puya” a las personas que han querido reescribir la historia de los Beatles “distorsionando la realidad”, cuando en realidad “no estaban allí”.
“No me lo pueden quitar, yo viví esos primeros días”, canta el legendario músico, quien reconoce que, en los inicios del grupo de pop más famoso del mundo “había mucho sufrimiento, no todo fueron éxitos”.
Si esta canción es una nostálgica mirada al pasado, “New” “es el presente y el futuro” -afirma-, aunque la melodía y letra recuerdan a éxitos de los Beatles como “With a Little Help from my Friends” y “Penny Lane”·
“Podemos hacer lo que queramos, podemos vivir como elijamos y, aunque no hay garantías, no tenemos nada que perder”, entona McCartney en este tema, con voz algo menos diáfana pero con el mismo optimismo de su juventud.
Para mantenerse en contacto con el presente y el futuro, a Paul McCartney le gusta trabajar con músicos jóvenes e innovadores, a quienes pide que no le traten “con demasiado respeto” para poder conseguir autenticidad creativa.
“Yo no me siento famoso, intento ser una persona normal, por eso a ellos les pido que me traten como a un igual”, explica el músico, que con este disco confirma que, pese a los años y la competencia, sigue siendo un maestro de las melodías pop