Dos enfrentamientos armados, aparentemente entre grupos del crimen organizado, dejaron este miércoles nueve muertos en Sinaloa, un estado del noroeste de México asolado por el narcotráfico, informó el gobierno local.
“Ya (se tiene) identificados a los responsables”, aseguró el gobernador de Sinaloa, Mario López, tras atender un acto público en una universidad.
Según el funcionario, las autoridades siguen el rastro de los sospechosos en zonas montañosas, rumbo al vecino estado de Nayarit.
Los tiroteos ocurrieron durante las primeras horas de la madrugada en las comunidades de Aguaverde, donde se hallaron seis cadáveres, y Cacalotán, donde se encontraron los otros tres.
Estas dos localidades se encuentran en el municipio de El Rosario, donde se hallaron varios vehículos con impactos de bala y al que fueron desplegadas tropas de policías y soldados.
Según las primeras investigaciones, se trata de “un enfrentamiento entre grupos delincuenciales”, dijo López, al explicar que sobre todo al sur de Sinaloa están incursionando grupos armados que se disputan el control del mercado de drogas con organizaciones criminales locales.
Sinaloa, junto con los vecinos estados de Chihuahua y Durango, forman el llamado Triángulo Dorado del narcotráfico, un territorio de difícil acceso en el que abundan los cultivos de amapola y marihuana y que es clave para el trasiego de drogas a Estados Unidos.
Autoridades estadounidenses sospechan que las agrestes colinas de esta zona sirven de escondite al capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del poderoso cártel de Sinaloa, quien se fugó por segunda vez de una cárcel de máxima seguridad el 11 de julio.