Se vendió como “The One”, la pelea más anticipada de los últimos años, supuestamente el mayor reto que enfrentaba Floyd Mayweather Jr a su dinastía como emperador del boxeo.
Resultó ser otra blanqueada de un púgil que tendrá que empezar a buscar oponentes en otro planeta.
Mayweather desplegó un arsenal pocas veces visto –jabs, rectos, ganchos, uppers, ataque al cuerpo, velocidad, defensa– y le dio una paliza el sábado a Saúl “Canelo” Álvarez para imponerse por decisión mayoritaria en su combate del sábado por las coronas súper welter del Consejo y la Asociación Mundial de Boxeo.
Olvide la puntuación de los jueces, 116-112, 117-111 y 114-114. Esos números no reflejan el dominio absoluto de Mayweather, que mantuvo su récord perfecto en 45 combates.
“Canelo es un campeón joven, me saco el sombrero ante él”, comentó Mayweather sobre el cuadrilátero.
Algunos se preguntaban si la potencia y juventud del mexicano, de 23 años, serían una amenaza para el estadounidense, 13 años mayor. La respuesta fue evidente desde los primeros asaltos: ni de chiste.
Alvarez (42-1-1), que subió al cuadrilátero con 13 libras más (165) que en el pesaje del viernes, lució lento, frustrado y fuera de su nivel.
En el cuarto asalto, cuando Mayweather ya hacía de las suyas con el jab y rectos de derecha, el “Canelo” le pegó un golpe bajo en medio de un agarre. Para colmo de males, el mexicano rehusó tocar los guantes al reanudar la acción, lo que provocó un gesto de disgusto de Mayweather.
Mayweather cerró el round con ráfagas de combinaciones al cuerpo y la cabeza. Izquierda, derecha, jab y recto. Y cuando Canelo intentaba responder, Mayweather ya estaba en otro lugar, pegándole desde un ángulo distinto. Como pelear con un fantasma.
“No pude agarrarlo. Es un peleador muy elusivo, muy inteligente”, señaló Álvarez. “Llega en un momento la frustración”.