Resistente y aguerrida, como así se define, la marchista mexicana Guadalupe González se mostró en Río 2016, donde se adjudicó la medalla de plata.
La segunda para México en este certamen y la primera para la marcha femenil en la historia de la máxima justa deportiva y la 11 para el atletismo mexicano.
La campeona de Juegos Panamericanos de Toronto 2015 tuvo un debut olímpico de ensueño tras llegar a la meta de los 20 kilómetros con tiempo de 1h28’37” en Pontal do Recreio.
“Quiero disfrutar la competencia, quiero llegar bien, quiero acordarme de cómo cruzo la meta. Eso es lo que más deseo y espero que se me dé cruzarla en el lugar que todo mundo peleamos”, expuso la marchista antes de viajar a Brasil.
En Toronto se desmayó tras llegar a la meta donde impuso récord continental. “Estar en Juegos Olímpicos representa todo el esfuerzo que hemos venido haciendo durante este tiempo.
Llevar la bandera es el máximo orgullo, el representar a tu país y a nosotros nos queda corresponder dando lo mejor”, enfatizó.