Con los equipos de búsqueda sacando escombros y cadáveres del vuelo 8501 de AirAsia en el Mar de Java, ahora la atención se enfoca en determinar qué sucedió cuando el avión se dirigía de la ciudad indonesia de Surabaya a Singapur.
Las piezas de evidencia más importantes serán las grabadoras de datos de vuelo y de las voces en cabina. Pero el fuselaje y los cuerpos de aquellos que iban a bordo también aportarán pistas vitales. He aquí lo que los investigadores podrían aprender:
Si el avión se vino abajo relativamente intacto —posiblemente por una pérdida de sustentación aerodinámica, un error del piloto o un problema mecánico— el metal en el fuselaje y alas estaría bajo enorme presión cuando la nave se estrelló contra el agua. Peter Goelz, ex director administrativo de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, considera que el fuselaje mostraría señales de compresión.
Sin embargo, si el metal está despedazado, explica Goelz, ésa es una señal de ruptura estando en altitud. El fuselaje del vuelo 800 de TWA, que explotó sobre el Océano Atlántico en 1996 minutos después de despegar, estaba despedazado en muchas piezas diminutas.
Algunas de las respuestas más rápidas podrían provenir de los pasajeros fallecidos. Por ejemplo, si un cuerpo es sacado totalmente vestido, es posible que hubiese emergido después de que el avión golpeó el agua. Si hay menos ropa, los pasajeros posiblemente fueron expulsados a la mitad del vuelo, explica Goelz.
Si las autopsias muestran que la muerte ocurrió por un traumatismo de fuerza contundente, eso podría sugerir que los pasajeros estaban vivos al momento del impacto con el agua, señala Scott Hamilton, director administrativo de la consultora de aviación Leeham Co. Si hay otras causas de muerte, podría deberse a una rápida descompresión y ruptura del fuselaje ocurrida durante el vuelo.
Las cajas negras, donde se registran los datos de vuelo y las voces en cabina, son las piezas más importantes de la evidencia. Estas muestran qué tan rápido iba el avión, la altura, el estado de todos sus sistemas y las últimas palabras de los pilotos. Los investigadores usarán esta información para reconstruir una línea de tiempo de qué fue lo que ocurrió y por qué.