Las pantallas de móvil rotas que se reparan solas, más cerca

Quién más y quién menos ha tenido que convivir alguna vez con la pantalla del móvil agrietada o rota por un simple golpe, que en muchas ocasiones parecía no tener la más mínima importancia.  Lapantalla de móvil arañada o rota es uno de los accidentes más comunes, y uno de las causas más habituales para el cambio del terminal. Por suerte parece que esto podría tener los días contados.

Al menos eso es lo que asegura un equipo de científicos británicos de la Universidad de Bristol que, tras trabajar durante tres años en este proyecto, han sido capaces de producir alas de los aviones que se puede autorreparar después de haber sido dañadas, lo que sugiere que la tecnología de “auto sanación” pronto se podría convertir en algo habitual y llegar a un elemento tan cotidiano como la pantalla el nuestros smartphones.

Los científicos tomaron como base para sus experimentos materiales compuestos de fibra de carbono, una sustancia muy resistente pero extremadamente que se utiliza en la fabricación de todo tipo de dispositivos, desde coches de Fórmula 1 o alas de avión, hasta raquetas de tenis. El profesor Wass y su equipo, han estado trabajando, junto a ingenieros aeroespaciales, para intentar descubrir si existía una forma de prevenir las pequeñas grietas, casi indetectables que se forman en las alas y el fuselaje de un avión.

Tras numerosos intentos han conseguido desarrollar una ingeniosa solución basada en cómo reacciona el cuerpo humano antes las heridas, consistente en añadir al compuesto una pequeñas microesferas huecas -tan pequeñas como una mota de polvo- que rompen con el impacto liberando un agente curativo en estado líquido.

El agente se filtra en las grietas dañadas antes de entrar en contacto con un catalizador, provocando una reacción química rápida que hace que se endurezca. Este mismo sistema podría ser aplicado para reparar la pantalla de un móvil o tablet.

Las pruebas de laboratorio han demostrado que el material es igual de fuerte después de la “curación”, por lo que podría ser perfectamente viable crear alas de avión que se reparen a si mismas al recibir, por ejemplo, el impacto de un ave en pleno vuelo. En función de la temperatura exterior, el endurecimiento del material puede durar entre un par de horas y un día.

Estos avances podrían aplicarse a todo tipo de objetos compuestos de fibra de carbono: palos de golf, raquetas de tenis, cañas de pescar o cascos de bicicleta. Incluso, la firma cosméticos L’Oréal ha contactado con los investigadores para comenzar a desarrollar un esmalte uñas autorreparable, aunque para este desarrollo parece que la tecnología sería diferente a la aplicada a la fibra de carbono. Algo parecido pasaría a la hora de desarrollar una tecnología capaz reparar la pantalla de un móvil por si sola.

La tecnología de autorreparación no es del todo nueva. Ya en 2001, investigadores de la Universidad de Illinois en los EE.UU. crearon un plástico capaz de repararse a sí mismo. Incluso el año pasado, el mismo equipo creó un polímero, inspirado en el sistema de coagulación de la sangre humana, capaz de reparar agujeros de hasta 3 cm de ancho que ya nos hizo soñar con la posibilidad de una pantalla de móvil cuyos arañazos y grietas se reparen solos.

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