Loperamida o Imodium –su marca comercial– es un medicamento que se utiliza para el tratamiento sintomático de la diarrea ocasional, pero según expertos su consumo se está convirtiendo en una moda peligrosa.
Expertos advierten que hay muchas personas que lo están utilizando para drogarse o para superar una adicción a anagélsicos.
En dosis prescritas para tratar la diarrea, la loperomida es segura, el problema es cuando se toma en dosis altas ya que puede acarrear efectos secundarios graves como problemas respiratorios, cardíacos e incluso la muerte.
La revista Annals of Emergency Medicine ha publicado un estudio en el que describe el caso de dos personas que murieron por una sobredosis de loperamida.
Según William Eggleston, del Centro de Intoxicación del Estado de Nueva York y autor principal del estudio, “el hecho de que la loperamida sea barata y se pueda comprar sin receta y la falta de estigma social contribuyen a su potencial para el abuso”.
“Las personas que buscan ya sea autotratamiento de los síntomas de abstinencia o la euforia están abusando de la loperamida con consecuencias a veces mortales. La loperamida es segura en dosis terapéuticas, pero extremadamente peligrosa en dosis altas”.
El Imodium se utiliza para el tratamiento sintomático de la diarrea.
Moda creciente
Según Eggleston, el número de personas que comentó sobre su abuso de loperamida en foros se multiplicó por diez entre 2010 y 2011.
El experto explicó que la mayoría de las entradas discutían sobre el uso de la droga para tratar adicciones a la heroína y a la morfina, mientras que un cuarto de comentarios se referían a su consumo debido a sus propiedades eufóricas.
Y desde entonces la moda continua creciendo. Entre 2011 y 2015, las llamadas realizadas al Centro de Intoxicación del Estado de Nueva York relacionadas con el abuso de la loparomida se multiplicó por siete.
Cifras que también se ven reflejadas en las del Sistema Nacional de Datos de Intoxicaciones que muestran un aumento de 71% de llamadas sobre personas que ingirieron loperamida de forma intencionada entre 2011 y 2014.
“La creciente población de pacientes adictos a opiáceos de nuestro país está buscando fuentes alternativas de drogas debido a la nueva legislación para limitar el abuso de medicamentos de opioides de prescripción”, dijo Eggleston, para quien esto muestra que todas la drogas incluidas aquellas que no requieren recetas pueden ser peligrosas si no se utilizan correctamente.
Dos casos mortales
El estudio describió dos casos, un hombre de 24 años de edad y otro de 39, que tomaron loperamida en un intento para tratar sus adicciones a opiáceos.
Ambos individuos tenían una sobredosis de la droga y a pesar de los esfuerzos médicos murieron.
Los pacientes fueron tratados con reanimación cardiopulmonar (RCP), naloxona, un fármaco para bloquear los efectos de una sobredosis, y soporte vital cardíaco avanzado.
Según los informes, mientras que el corazón del hombre de 24 años dejó latir, jadeó antes de colapsar, lo que indicó que experimentó un súbito latido irregular del corazón.
Eggleston señaló la importancia de alertar a los servicios de salud sobre el creciente abuso de la loparomida y sus efectos tóxicos en el corazón.