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La Juventus ganó por un 1-0 al Mónaco en el partido de ida de cuartos de final de la Champions League. No fue ni mucho menos una victoria fácil. Al equipo turinés le costó mucho meterse en el partido, todo lo contrario que al equipo monegasco, que parecía jugar sin ningún tipo de presión. Los visitantes tuvieron sus ocasiones en ese primer tramo de partido, con alguna ocasión clarísima de gol, como que sacó Gianluigi Buffon a un buen remate de Ferreira-Carrasco. Sin embargo, con el paso de los minutos, la Juve empezó a coger las riendas del partido. La tuvo Tévez, en una de esas ocasiones que el Apache no suele desaprovechar.
El momento álgido del partido llegó con la entrada de Ricardo Carvalho sobre Álvaro Morata en el área. El delantero español cayó y el árbitro señaló un protestado penalti. Arturo Vidal, que ya lo había intentado en disparo lejano, no perdonó desde el punto de penalti. El partido estaba exactamente donde quería la Juve. El Mónaco se intentaba estirar, pero le costaba horrores encontrar resquicios en la defensa italiana. Las pocas veces que lo conseguía, allí estaba Buffon para evitar cualquier atisbo de sorpresa.
Con la entrada de Berbatov, el equipo de Leonardo Jardim encontraba una nueva alternativa ofensiva, que inquietó al Juventus Stadium. La tuvo de cabeza el búlgaro, pero su remate se fue fuera por poco. Arturo Vidal tuvo la ocasión de sentenciar, pero el central Abdennour estuvo muy atento para evitar la puntilla. La escuadra de Allegri obtiene una buena renta y no encajó en casa, por lo que se convierte en el gran favorito para la eliminatoria.
