El Centro Mexicano de Piscotraumatología, en completa contradicción con su misión de “facilitar y promover el potencial de crecimiento del ser humano”, traerá a Richard Cohen al Colegio Labastida en Monterrey el próximo 12 de febrero para compartir sus teorías de cómo curar la homosexualidad.
Cohen se declara a sí mismo como un “exgay” que ha escrito libros sobre cómo “ayudar” a las personas a dejar de ser homosexuales.
En reclamo a esta conferencia, a través de una colecta de firmas por medio de Change.org, se pide a la directora del centro que sea cancelada esta presentación.
Muchas organizaciones a nivel mundial se pronunciaron contra las llamadas “terapias de conversión”.
Por ejemplo, el 17 de mayo de 2012 la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó un mensaje público en el sentido de que “los supuestos servicios de “curación” de personas con orientación sexual no heterosexual carecen de justificación médica y representan una grave amenaza para la salud y el bienestar de las personas afectadas”.
En su escrito de posicionamiento técnico la OPS “observa que no existe ningún estudio científico riguroso que demuestre la eficacia de los esfuerzos de cambio de orientación sexual. La OPS incluso hace un llamado para: “que las terapias de “reconversión” o “reparativas” y las clínicas que las ofrezcan sean denunciadas y se apliquen las sanciones correspondientes”.
Por ello, el hecho de que una organización que tiene como misión “lograr la integridad y la trascendencia de la persona para que sea un factor de cambio en la comunidad”, y que además asegura entrenar “psicoterapeutas íntegros, éticos, con visión humanística. Altamente capacitados con abordajes psicoterapéuticos eficaces y eficientes, validados científicamente” y formar “profesionales de la salud mental con certificación internacional”, organice un evento para promover las ideas homófobas y discriminatorias del señor Richard Cohen, resulta altamente indignante.
Estas ideas contribuyen a perpetuar los estereotipos de que la homosexualidad es una enfermedad que debe curarse, y por lo tanto, contribuyen al rechazo social que hoy en día existe en contra de la comunidad gay. La Organización Panamericana de la Salud ha afirmado que hay muchos testimonios sobre los daños graves a la salud mental y física que estos “servicios” pueden causar. La represión de la orientación sexual ha sido asociada con sentimientos de culpa y vergüenza, depresión, ansiedad, e inclusive suicidio”.