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En Movimiento Ciudadano nos hemos propuesto construir un nuevo trato con las y los mexicanos. Que reivindique la historia que hemos forjado con orgullo y que nos da identidad, pero que al mismo tiempo rompa con las prácticas de ese pasado que tanto daño le ha hecho a México.
Asumimos que la Evolución Mexicana es urgente y necesaria, y entendemos que ésta sólo será posible si levantamos la mirada hacia el futuro, y no hacia el pasado.
Sencillamente, y desde este momento lo anticipo, la Evolución Mexicana es incompatible con lo que representan la clase política tradicional y los partidos políticos de siempre.
La Evolución Mexicana la vamos a imaginar y construir con las personas, con las y los mexicanos. Sólo ahí existe la posibilidad de pensar un país diferente con la mirada puesta en el futuro.
Y precisamente porque asumimos este enorme reto es que, de cara a la elección del 2021 a nivel federal, no podemos realizar alianzas con ningún partido, con los partidos de siempre, porque representan ese pasado del que debemos a tomar distancia.
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Movimiento Ciudadano entiende el momento histórico que vivimos, un momento en el que México no merece ese pasado.
México no merece el pasado de los gobiernos que institucionalizaron la corrupción y saquearon al país, pero tampoco el pasado de un gobierno que hoy se ha dedicado a construir pactos de impunidad y a hacer un uso selectivo de la justicia. Proteger a corruptos dentro del gobierno es pasado. México merece futuro: un nuevo trato para desterrar la corrupción y la impunidad, para que se gobierne con la verdad y la justicia.
México no merece el pasado de las redes de complicidad que depredaron nuestros recursos naturales, ni el pasado de un gobierno que hoy le apuesta a frenar la transición energética y a la devastación del medio ambiente. Apostar la vida del país a las refinerías es pasado. México merece futuro: un trato verde para construir un modelo de desarrollo basado en la sustentabilidad y el respeto a la naturaleza.
México no merece el pasado donde el acceso a la salud se instauró como un privilegio y no como un derecho, ni el pasado de un gobierno que hoy se ha dedicado a desmantelar instituciones a costa de la salud de las y los mexicanos y a mentir en medio de una pandemia que ha cobrado la vida de más de 60 mil mexicanas y mexicanos. Recortar recursos a la salud es pasado. México merece futuro: que la salud sea un derecho garantizado y no un botín político o un negocio, ni un rehén de la ineptitud burocrática.
México no merece el pasado de una estrategia fallida de seguridad que ha trastornado la vida de una generación entera de mexicanos y mexicanas, ni el pasado de un gobierno que hoy, en lugar de corregirla se ha dedicado a profundizar la militarización ya no sólo de la seguridad sino de la administración pública. Militarizar el país es pasado. México merece futuro: un nuevo trato para recuperar la paz en todos los rincones del país, un nuevo trato para dignificar y restituir a las víctimas de esta guerra, un nuevo trato donde se entienda que la guerra no hace la paz.
México no merece el pasado de desigualdad y clasismo, ni el pasado de un gobierno que hoy para perpetuarse en el poder busca expandir la pobreza mediante el clientelismo y las dádivas. La compra de votos y voluntades es pasado. México merece futuro: un Estado de bienestar que reconozca derechos universales y donde tener un ingreso digno y un trabajo decente sean un derecho y no una ilusión inalcanzable, donde no existan fronteras artificiales para que las y los mexicanos ejerzan sus derechos.
México no merece vivir en esta crisis de múltiples caras en la que hoy se encuentra. En esta encrucijada, las decisiones que tomemos las y los mexicanos marcarán el rumbo de nuestro país durante generaciones, porque si dejamos que México siga su curso actual, las consecuencias serán catastróficas y porque nadie en su sano juicio puede decir que en este momento las cosas van por buen camino.
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Que quede claro: hoy el único adversario de México es la vuelta al pasado. Construir un nuevo trato con las y los mexicanos significa luchar por un bien superior: el futuro de todas y todos, el futuro de México.
Unos insisten en imponer, para perpetuarse en el poder, un escenario de polarización y de divisiones ficticias entre las y los mexicanos, a costa de dañar irreparablemente a México, como lo hace el Presidente de la República. Eso es pasado. Otros creen que “lo más importante” para el país en este momento es la simple aspiración partidista de quitarle a otro partido la mayoría en el Congreso; el quítate tu para ponerme yo. Eso también es pasado.
Y frente al pasado-pasado, no es cierto que en México sólo hay de dos sopas. Al contrario, lo que nos jugamos en los próximos meses es la posibilidad de darle a México una nueva alternativa.
Esa alternativa es la Evolución Mexicana, una manera de pensar el futuro de México. Y no, no se trata de la declaratoria de una nueva etapa en la historia del país, como algunos intentaron hacer con un eslogan de campaña y hoy lo hacen través de la propaganda de gobierno. Eso también es pasado. No, la historia no se declara ni se diserta, la historia se construye con hechos y acciones.
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Construir un nuevo trato implica un enorme esfuerzo. Significa abrir el espacio de una nueva política. Significa asumir que la única alianza es con las y los mexicanos que imaginan un país diferente. Significa reconocer que México no se puede construir las ataduras con el pasado.
Precisamente porque queremos darle cauce a la Evolución Mexicana y construir un nuevo trato, lo digo una vez más: de cara al proceso electoral federal de 2021 en Movimiento Ciudadano hemos decidido participar haciendo una gran alianza, no con los partidos, con ningún partido, sino con las personas.
Con todas las personas que crean, al igual que nosotros, que sí es posible construir un país distinto.
Con todas las personas que tengan la convicción de que México merece ver hacia el futuro, un futuro en el que quepamos todas y todos.
Con todas las personas que quieran imaginar, cooperar y formar parte de un nuevo trato para México.
México no está condenado a elegir entre un pasado u pasado. La Evolución Mexicana nos evoca y nos permite pensar en un país diferente, nos abre la puerta para imaginarlo, para concebirlo y, sobre todo, para hacerlo realidad.
Movimiento Ciudadano llama a las y los mexicanos a pensar en el futuro.
Movimiento Ciudadano le seguirá abriendo paso a una nueva política que enfrente al pasado.
Movimiento Ciudadano acepta el reto de impulsar la Evolución Mexicana como una manera de pensar un México diferente.
Movimiento Ciudadano estará del lado de las personas para, juntas, imaginar y construir un nuevo trato para México e impedir que el pasado se apropie de nuestro presente y de nuestro futuro.
