El gobierno mexicano hizo un llamado este martes a la emisora MVS Radio y a la periodista Carmen Aristegui a que resuelvan el diferendo que derivó en el polémico despido de la influyente comunicadora, que consideró como un “conflicto entre particulares”.
“Es deseable que este conflicto entre particulares se resuelva, para que la empresa de comunicación y la periodista sigan aportando contenidos de valor a la sociedad mexicana”, indicó la Secretaría de Gobernación (Interior) en un escueto comunicado.
MVS Radio atribuyó el domingo el despido de Aristegui -también conductora de CNN en Español- a un diferendo por la participación de la emisora en la nueva plataforma Méxicoleaks.
Sin embargo, destacados periodistas, intelectuales y ONG internacionales alertaron que se trataba de un serio golpe a la libertad de expresión en México al ser Aristegui una de las voces más críticas con los últimos gobiernos y responsable de investigaciones como la de la polémica compra de una lujosa mansión por la primera dama a un importante contratista gubernamental.
Aristegui dijo que su despido fue probablemente “planeado con mucha anticipación, con muchos recursos y con mucho poder”, aunque no quiso afirmar si se refería a que hubo presiones del gobierno sobre la emisora.
En su primer pronunciamiento sobre el caso, el gobierno recalcó que “ha respetado y valorado permanentemente el ejercicio crítico y profesional del periodismo, y seguirá haciéndolo”.
El escenario de un nuevo arreglo entre Aristegui y MVS Radio -que en 2011 ya despidió y luego readmitió a la periodista- fue considerado por la emisora como prácticamente imposible.
“Ambas partes están agraviadas, molestas y no veo posibilidad de arreglo alguno”, dijo este martes el vicepresidente de Relaciones Institucionales de MVS, Felipe Chao, a Radio Fórmula.
MVS justificó el despido de Aristegui por su exigencia de readmitir a dos colaboradores que fueron cesados la semana pasada por anunciar sin permiso la participación de la emisora en Méxicoleaks, una plataforma digital para recibir filtraciones sobre corrupción.
Human Rights Watch (HRW) se unió este martes a otras organizaciones de defensa de la libertad de expresión que consideraron preocupante y exagerado el despido de la periodista, de 51 años.
Esta decisión “priva a México de una de las periodistas de mayor prestigio en América Latina por su rigor profesional y credibilidad en la investigación de casos de abuso de poder”, dijo José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, en un mensaje a medios.
Centenares de personas se congregaron la tarde del lunes frente a la sede de MVS en una protesta en la que se entregaron más de 150.000 firmas en apoyo a Aristegui, quien tiene más de 3,1 millones de seguidores en su cuenta de noticias en Twitter.