Los centros federales de readaptación social de El Altiplano, Puente Grande y el de Matamoros (el número uno, dos y tres) tienen idénticos planos. Así lo revela hoy el diario estadounidense The New York Times en su edición digital.
Puente Grande fue la cárcel de la cual se escapó Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, en el año 2001, escondido en un carrito de lavandería. El Altiplano fue la prisión de máxima seguridad de la cual escapó el líder del Cártel de Sinaloa hace dos semanas, a través de un túnel clandestino de 1.5 kilómetros de extensión que comenzaba en el piso de la regadera de su celda.
Es decir: “El Chapo” no batalló.
El reportaje firmado por William Neumanjuly asegura que la operación de escape de “El Chapo” resultó con una precisión milimétrica y que la posible respuesta a cómo los cómplices del capo consiguieron los planos, fue que tal vez los hayan tenido en su poder durante años.
“Resulta que la prisión es una réplica virtual […] En otras palabras, él básicamente salió de la misma prisión en dos ocasiones”, dice el periodista.
Tras la fuga de “El Chapo” surgieron múltiples especulaciones, pero la nueva hipótesis que plantea el diario, apunta que la gente del narcotraficante sinaloense tuvo los planos todo el tiempo, ya que los de la prisión de El Altiplano son los mismos que los del penal de Puente Grande. También de los de la prisión de máxima seguridad de Matamoros, Centro de Readaptación Social Federal Número 3.
El periodista entrevistó a funcionarios mexicanos, los cuales le aseguraron que Dámaso López Núñez, alias “El Licenciado”, quien había sido considerado uno de los posibles sucesores de Joaquín Guzmán Loera al frente del Cártel de Sinaloa, logró conseguir copia de los planos con los que ayudó a escapar de puente Grande a “El Chapo” en el año 2001.
Tomas aéreas obtenidas en Google por el rotativo estadounidense muestran cómo son similares las tres prisiones de máxima seguridad, las cuales sólo cambian su posición respecto al Norte.
La vista satelital de las prisiones muestran diseños prácticamente idénticos, dice The New York Times. Información disponible en los sitios web del gobierno federal muestra que las cárceles estaban diseñados para mantener cada 724 reclusos y que las instalaciones comprenden cada 91 mil 535 metros cuadrados.
”La prisión en la que se escapó Guzmán Loera, a una hora en auto de la Ciudad de México, es conocida como El Altiplano, o Centro de Readaptación Social Federal Número 1, ya que fue el primero de una nueva serie de cárceles modernas. La construcción fue terminada en 1990, y el centro abrió sus puertas en 1991, según un libro escrito por el primer director de la prisión, Juan Pablo de Tavira”.