Sandy Arenas
Ya había tenido la oportunidad de ver el trabajo del maestro José María Rosales Robles, en una exposición de pintura de los talleres del Instituto Vallartense de Cultura, en la explanada de la isla del río Cuale. Pero grande fue mi sorpresa encontrarlo ahora en una exposición de pintura infantil, de su alumnado del proyecto Desemboca-Arte, en la comunidad de la Desembocada, del ejido de El Colexio.
¡Decenas de cuadros de pintura en papel, cartulina o materiales similares!. Una exposición que rompió esquemas, pues se trataba pequeños principiantes en el ámbito de la pintura, de los colores, de los trazos, texturas, etcétera.
Durante la clausura del curso taller, el presidente del comité de Ciudades Hermanas Puerto Vallarta-Highland Park, Javier Baumgarten Rodríguez, relató la manera como integrantes de la hermandad vieron nacer el proyecto de llevar los talleres de pintura a las niñas y los niños del ámbito rural, y como le dieron todo el respaldo al maestro de pintura José María Rosales Robles junto con el mismo Instituto Vallartense de Cultura.
Los frutos del taller fueron abundantes, desbordantes diría yo si de pinturas elaboradas hablamos, pero más allá de las obras están los corazones, las emociones, la vida de los escolares plasmada y expresada por ellos mismos en sus creaciones. Padres y madres de familia, realmente pocos, presentes en el acto de clausura del taller, no daban crédito a lo que sus oídos escuchaban, de ver las obras de sus hijos galardonadas. Unas mamás se manifestaron escépticas, mientras otras se mostraron inexpresivas ante las distinciones que recibían sus hijas. Otras incluso, de manera increíble, fueron agresivas, según relataron testigos.
Para un ambiente de campo, donde las habilidades que los padres y madres piensan para sus hijos es que aprendan destrezas relacionadas con la cría de ganado y con la siembra, la actividad artística resulta no valorada, no dimensionada, sobre todo si en los hogares es urgente el sustento. Pensarían muchos papás que eso de ser artista es como perder el tiempo. Pero esas ideas, el sábado por la tarde-noche del pasado 23 de marzo, se hicieron trizas, porque la plaza pública, junto al kiosco, se llenó de cartulinas o cartoncillos con pinturas y dibujos. Los niños del campo no solo saben de vacas, caballos, sombreros y siembras, sino que también con pincel en mano y pintura saben expresarse a través del arte.
La entrega de los regalos y premios a las pinturas ganadoras del concurso estuvo a cargo de las autoridades municipales y ejidales. El presidente de la comisión de Reglamentos y Puntos Constitucionales, Eduardo Manuel Martínez Martínez, fue quien clausuró a nombre del presidente municipal Arturo Dávalos Peña, los trabajos del curso taller. Participaron también el agente municipal del lugar, Juventino de León Alvarado, y el presidente del comisariado ejidal de El Colexio, José de Jesús Solana Contreras.
Desemboc-Arte es un proyecto conjunto de la presidencia municipal y de Ciudades Hermanas Puerto Vallarta-Highland Park, que incluso conoció y participó la señora Carol Wolfe. Ella recién fue reconocida por el gobierno municipal con la entrega de las llaves de la ciudad, por sus aportes al municipio a través del comité de ciudades hermanas.
Al final del acto de clausura y premiación de las mejores obras, el agente municipal, Juventino de León, ofreció un pozole y agua fresca a todos los asistentes, a representantes del gobierno municipal y del comité de ciudades hermanas Puerto Vallarta-Highland Park. También los alumnos del taller de pintura y sus familiares degustaron en ambiente de fiesta.
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