Las várices —además de ser vistas como antiestéticas— son un padecimiento que presentan con más frecuencia las mujeres —con una proporción de uno a cinco—, pero también pueden presentarse en los niños y las niñas, por lo que debe ser atendido por un especialista para evitar posibles complicaciones, detalla Francisco Isaac Almaguer García, médico del Hospital General de Occidente (HGO), perteneciente a la Secretaría de Salud de Jalisco (SSJ).
Las várices son una dilatación anormal del sistema venoso, que se encarga de recoger la sangre; éstas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero las piernas son el lugar más común. Su aparición es multifactorial, pero las causas usuales son el sedentarismo, la obesidad, la baja actividad física y el factor hereditario. En las mujeres influyen los componentes hormonales y los embarazos; también incide la dieta con hábitos de alimenticios que ocasionan estreñimiento o distensión abdominal.
Los síntomas no siempre son acordes a la severidad del padecimiento, ya que hay pacientes que sólo tienen hormigueo, entumecimiento de las piernas, sensación de pesadez extrema o cansancio, hinchazón o edema de la pierna, así como aparición de moretones y sangrado a través de úlceras.
Entre las complicaciones están la trombosis venosa profunda y la superficial. Ambas son dolorosas y pueden dejar secuelas a largo plazo, como la aparición de úlceras que pueden llegar a tener sangrados importantes.
El paciente generalmente acude al especialista, cuando las várices son detectadas visualmente o cuando ya tiene alguna complicación severa, como úlceras infectadas o sangrantes.
Almaguer García invita a todos los jaliscienses a que acudan a hacerse una revisión con su médico de confianza, sobre todo aquellas personas que su actividad física es muy pobre y que sienten ya algunas molestias en sus piernas; también recomienda hacer ejercicio, especialmente aeróbico, como la caminata y natación, cuando menos tres veces a la semana, así como mantener una dieta balanceada.
Otra de las recomendaciones es evitar sitios calientes, como los saunas y los ejercicios de resistencia, como levantamiento de pesas, pues este tipo de actividad física provoca la aparición de várices.