En medio de la tensión entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y el gobierno federal por la reforma educativa, un tercer actor entró al conflicto: el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que este miércoles 6 de julio también exigió a la SEP cambios a la reforma.
El secretario de Educación, Aurelio Nuño, “dio la bienvenida” a los planteamientos del sindicato y se comprometió a analizarlos “de manera muy detallada, puntual, sensible, profesional y responsable” en una mesa de trabajo que se instalará el jueves 7 de julio, informó la SEP en un comunicado.
Al respecto, la SEP dijo: “El SNTE propone instalar, dentro del marco constitucional y legal de la reforma educativa, un mecanismo de revisión y análisis de los procesos de evaluación a fin de corregir las fallas e insuficiencias presentadas en los procesos del año pasado, particularmente en los aspectos de contextualización, mejoramiento de instrumentos, aplicaciones, y respeto a la dignidad profesional de los docentes, entre otros”.
Desde que entró en vigor la reforma educativa –una de las reformas estructurales impulsadas por el presidente Enrique Peña Nieto–, los maestros de la CNTE se han opuesto a la realización de la evaluación docente y los castigos que implica para los profesores.
Apenas en abril de este año, la SEP dijo que 1,300 profesores de Guerrero serían despedidos por no haber presentado el examen.
En tanto que las autoridades se han mantenido firmes en que, a pesar de las protestas, paros y bloqueos de la coordinadora, la reforma educativa no es negociable.
De hecho, luego de que el conflicto entre la CNTE y el gobierno federal se agravara por los hechos ocurridos en Nochixtlán –donde policías estatales y federales se enfrentaron a maestros manifestantes y pobladores causando la muerte de nueve personas, cientos de heridos y dos desaparecidos–, la Secretaría de Gobernación aceptó dialogar con los maestros; sin embargo, Nuño reiteró que la reforma educativa “no se va a detener”.
Las exigencias
El documento que presentó la SNTE consta de 10 puntos en los que “se exige replantear todo el proceso de implementación de la reforma educativa”, el cual se une a uno que ya había presentado la CNTE a la Secretaría de Gobernación.
Además de exigir la eliminación de “toda acción punitiva o sancionadora” del proceso de evaluación docente, el sindicato pidió a la SEP, al Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) y a la Coordinación Nacional de Servicio Profesional Docente “replantear todo el proceso” de las evaluaciones, así como la “instalación inmediata de un mecanismo de revisión y análisis riguroso de las primeras etapas de evaluación”.
En este sentido, el SNTE también puso sobre la mesa diversificar los instrumentos de evaluación, “tomando en cuenta los contextos para garantizar la igualdad de oportunidades, la equidad y la inclusión de las comunidades marginadas”.
El pliego petitorio incluye la exigencia de que la SEP presente ya el modelo educativo y pedagógico para que el magisterio “participe en su análisis con la finalidad de enriquecerlo con la experiencia docente”.
También exigen la modernización de la infraestructura y equipamiento tecnológico que responda a las necesidades de los estudiantes; que se “consideren los recursos suficientes para la implementación de la reforma”.