El gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, tuvo este lunes una jornada en la que recibió respaldo del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y, al mismo tiempo, enfrentó nuevas tensiones con el magisterio disidente agrupado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Durante una rueda de prensa, el funcionario y la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, anunciaron acciones “a favor de la niñez” las cuales, aseguran, buscan complementar el decreto de transformación del instituto de educación local (IEEPO), con la cual se restó poder a la CNTE dentro de la institución.
Las medidas comprenden, entre otras cosas, el envío de 1,000 elementos de la Gendarmería a escuelas del estado para labores de remozamiento, así como la entrega de un paquete alimentario con maíz, frijol, arroz y sal a familias que habitan en los 45 municipios más pobres.
Nubia Mayorga, comisionada para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, dijo que el reparto de dichos paquetes se realizará cada tres meses, con el fin de combatir la desnutrición.
A esto se sumarán acciones como el levantamiento de un diagnóstico sobre las carencias de la infraestructura educativa estatal y la ampliación del servicio de internet en los planteles.
Por otra parte, sin embargo, la CNTE advirtió que mantendrá su rechazo a las medidas impulsadas por Cué, como la transformación del IEEPO y la aplicación de la reforma educativa, que implica la evaluación docente.
Como muestra, la coordinadora anunció este lunes que no asistiría a la mesa de diálogo que había acordado con el equipo del gobernador.
Rubén Núñez, dirigente de la Sección 22 de la CNTE, dijo a medios sobre el tema que el gobierno no presentó una agenda de trabajo ni informó quiénes acudirían en su representación.
Francisco Villalobos, secretario de Organización de la sección, señaló en su turno que Cué está “envalentonado” por la presencia de policías federales en Oaxaca. Agregó que el retiro de los agentes es una condición necesaria para que se restablezca el diálogo.
“El magisterio oaxaqueño no quiere un diálogo de sordos ni un monólogo. Planteamos desde un inicio una mesa de negociación y, como punto principal para que ésta se lleve a cabo, se exige la desmilitarización del estado y las oficinas públicas, principalmente el IEEPO”, dijo.
Las autoridades federales y de Oaxaca y la CNTE mantienen tensiones desde 2013, cuando se promulgó una reforma educativa que obliga a los profesores a ser evaluados periódicamente.