Por Claudia Ubaldo
Se ven celebraciones todo el año pero ninguna como ésta, donde todos nos desvivimos por agradarle a quien nos dio la vida.
Pero ¿por qué nos empeñamos más en agradarle que agradecerle? Porque sin duda lo que más se ve por estos días es tratar de agradar comprando algo costoso para hacerles saber que somos buenos hijos, en lugar de agradecerles por todo lo que han hecho por nosotros; lo digo sin generalizar aunque sin duda está siendo una realidad actual. Esto es en lo que a mi parecer se ha convertido este día. Sin extremar en opiniones nos damos cuenta cómo a través del tiempo más que una fecha para honrar a quienes nos dieron la vida, se ha vuelto la excusa perfecta para que en un solo día rectifiquemos la ausencia, el tiempo perdido y lo que no hicimos en el resto del año.
No se trata de celebrar que es madre, se trata de enaltecer su esfuerzo constante su tiempo y dedicación, consejos y cuidados. ¿Por qué entonces continuamos regalando lavadoras, por ejemplo? Necesitamos dejar de pensar que eso es un buen regalo para una madre. Sólo porque siempre lo ha hecho no significa que tenga que seguir haciéndolo pero con un electrodoméstico nuevo. Porque esos días hay “descuentos” y entonces debemos aprovechar y matar dos pájaros de un tiro.
Sin duda, el peor regalo no sólo para una madre sino para una mujer es que le den uno de estos aparatos nuevos para que continúe haciendo bien el aseo.
Hemos olvidado el verdadero significado de un día más con aquellos a quienes amamos, llegando a ese punto a tratar de remediar lo perdido para solo quedar bien y no para realmente crear una conexión más allá con quien también nos ha amado a pesar de todo.
Debemos pensar que si aún tenemos un 10 de mayo junto a nuestras madres es para decirles cuánto las apreciamos, las amamos y cuánto valoramos cada sacrificio que han hecho por sus hijos.
Debemos pasar nuestros días agradecidos por todo el cariño y amor que ellas siempre han tenido para nosotros, no importa cómo, no hacen falta regalos costosos o intentar agradar, solo hazle saber que estás ahí para ella siempre; porque sin duda ellas han estado ahí de la misma forma.