Por Gloria Herrera
Culminó el sábado la gran Fiesta del Elote de Jala, Nayarit, una de las fiestas más famosas del Estado, en donde celebran a la Virgen de la Asunción ubicada en la Basílica Lateranense; el festejo arrancó el 8 de agosto, para culminar el día 15, día más importante para los jaleños.
Ocho días de fiesta, donde mas de 70 mil personas visitan el pueblo, tan solo el día del rompimiento, más las que los días posteriores llegan de todas partes de la República Mexicana y de Estados Unidos, pues son estas fiestas las que reúnen a las familias jaleñas.
Esos días son comercios de todo tipo que llegan al pueblo, ropa, comida, santería, zapatos, artículos de cocina, juguetes, productos y artículos hechos a mano los que se ofrecen, además de los juegos mecánicos y brincolines son algunas de las cosas que generan derrama económica, que cabe mencionar se van con los comerciantes .
Los tenderos de Jala, y los comercios se ven afectados en su mayoría, pues la gente se deja llevar por la novedad, pese al costo tan caro de los mismos, pues finalmente una vez al año se ve todo esta algarabía y novedades.
“Nosotros los del pueblo que tenemos comercios nos va mal, porque la gente se deja llevar por los puestos, sin embargo nos gustan las fiestas y las esperamos cada año” destacó Rosalva González, negociante local.
La otra cara de la moneda
Algunos de los patrones de los puestos comentaron que cada vez está más cara la renta del metro, esta ocasión el gobierno cobró 300 pesos el metro, que durante semana algunos pagaron entre 2 mil 500 y 25 mil pesos dependiendo de los metros y el giro del negocio.
Lo cual los comerciantes determinan que no fuera caro si vendieran mucho pero no siempre les va bien, por otro lado a pesar de la recaudación importante que el ayuntamiento de Jala recibe luego de estas fiestas, la gente dice “se lo guarda en su bolsa, porque en Jala no se ve ese dinero, es triste pero ya nos la sabemos, y que le vamos a hacer es una tradición y pues mejor la disfrutamos que llorar por lo poco o nada que dejan en el pueblo” destacó Josefina, señora de la tercera edad del pueblo.