En una entrevista con la revista Proceso, Rafael Caro Quintero negó haber vuelto a emprender actividades ilícitas como lo habían señalado las autoridades de México y Estados Unidos. Además, aseguró que no es culpable del asesinato de Enrique Camarena un agente encubierto de la DEA, perpetrado en 1985.
Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo).– Rafael Caro Quintero negó haber vuelto al negocio del narcotráfico, como han señalado autoridades de México y Estados Unidos, y aseguró que no es culpable del asesinato de Enrique Camarena un agente encubierto de la DEA, perpetrado en 1985.
“Ni organicé ni secuestré ni maté al señor Camarena. Estuve en el lugar equivocado”, dijo Caro en una entrevista exclusiva para la revista Proceso, al tiempo que pidió perdón a la familia del agente y al Gobierno estadounidense “si en algo participé o si en algo estoy involucrado”.
Al referirse a la disputa que presuntamente sostiene con Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera e Ismael “El Mayo” Zambada”, Caro Quintero mencionó que no está en guerra con nadie.
“No estoy en guerra con nadie; “El Chapo” y “El Mayo” son mis amigos”, dijo.
Caro Quintero es uno de los padrinos de “El Chapo”, quien enfrenta un inminente proceso de extradición a Estados Unidos tras fugarse dos veces de prisión.
En el fragmento de la entrevista publicada en el portal de la revista, Caro contó que se dedicó a la siembra de mariguana porque “de alguna manera había que sobrevivir”.
Caro, de 63 años, es buscado por el Gobierno de Estados Unidos ofreciendo una recompensa de 5 millones de dólares, mientras que el de México lo acusa de haberse reincorporado al narcotráfico y desatar una guerra contra el Cártel de Sinaloa.
El 26 de junio pasado, Proceso publicó las versiones oficiales que aseguraron que Caro Quintero estuvo detrás del ataque perpetrado por Alfredo Beltrán Guzmán, “El Mochomito”, a la casa de Consuelo Loera, madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en la ranchería de La Tuna, Badiraguato, localidad de la que ambos capos son oriundos. Días después, el Ejército mexicano y el Gobierno de Chihuahua confirmaron dicha versión.
A raíz de ese reportaje, firmado por la autora de esta entrevista, la periodista Anabel Hernández, gente cercana a Caro Quintero contactó con Proceso; el hombre accedió a dar su versión de los hechos.
De acuerdo con la versión en línea del semanario, la entrevista transcurrió en un cuarto de paredes encaladas construido en medio de la nada.
En la clandestinidad, tras 28 años de prisión y casi tres prófugo, narró también su encuentro con “El Chapo” Guzmán durante un desayuno en 2013, cuando ambos estaban prófugos, y su entrevista con el otro líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada.
Caro, que fue liberado sorpresivamente en 2013, dijo a Proceso que no es un peligro para la sociedad ni para el Gobierno y aseguró que no quiere saber nada del narcotráfico.
“Yo no soy un peligro ni para la sociedad de México ni para el gobierno, ni para la sociedad de Estados Unidos. Yo no quiero saber nada de narcotráfico, yo quiero vivir en paz y estar en paz, que me dejen en paz”, dijo Caro en un video donde se le ve vestido con camisa, pantalón y gorra azules en una habitación austera, con una cama y un mueble con una vela y flores.