La familia de Bobbi Kristina Brown estaría preparando el traslado de la joven del centro de rehabilitación de Atlanta en el que ingresó el pasado mes de mayo a la casa de Georgia que compartió con su madre, la malograda cantante Whitney Houston, para que pueda “morir en paz” después de pasar casi medio año ingresada sin dar señales de mejoría tras ser encontrada flotando boca abajo en la bañera de su casa de Atlanta el pasado enero.
“Tienen previsto que permanezca en Georgia y posiblemente la llevarán de vuelta a su ciudad natal. Esa fue su casa, igual que antes lo fue de su madre. Sería maravilloso que pudieran traerla de vuelta. Si todavía está viva, entonces que le permitan quedarse en su casa rodeada de todas las fotos de su madre. Eso es lo mejor que podría sucederle en esta situación tan mala”, aseguró una fuente al portal Radar Online.
Los planes para trasladar a Bobbi se oponen radicalmente al deseo de su padre, el cantante Bobby Brown, que aún no ha perdido la esperanza de que su hija se recupere milagrosamente, lo que hace que se niegue a desconectarla del soporte vital que la mantiene con vida.
“No os creáis ninguna noticia sobre que Bobby va a desconectarla del soporte vital. Jamás hará algo parecido. No creo que tome nunca esa decisión. Mientras haya una posibilidad del 2, del 1 o incluso del 0,1 por ciento de que Bobbi se despierte continuará teniendo esperanza”, aseguraba una persona cercana a la familia Brown a People hace apenas unas semanas.
Sin embargo, la abuela materna de Bobbi Kristina, Cissy Houston, se muestra mucho menos optimista acerca del estado de su nieta.
“Acabo de regresar de visitar a mi nieta Bobbi Kristina en el hospital y aunque ya no está en coma han tenido que realizarle una traqueotomía y, según los médicos, sufre un daño cerebral generalizado e irreversible y continúa inconsciente”, aseguraba Cissy en un comunicado, en el que afirmaba que su única esperanza es que se produzca “un milagro”.