Al menos 11 personas murieron y otras 10 mil tuvieron que ser desalojadas en el puerto de Valparaíso, uno de los más importantes de Chile, donde el sábado se desató un voraz incendio que arrasó unas 500 viviendas y que aún mantenía algunos focos este domingo.
La presidenta Michelle Bachelet llegó la mañana del domingo a Valparaíso (120 kms al oeste de Santiago) para coordinar la emergencia. “Es una tremenda tragedia, tal vez el peor incendio de la historia de Valparaíso,”, dijo Bachelet.
El incendio ha causado la muerte de por lo menos 11 personas, indicó el general Julio Pineda, jefe de Carabineros de la región de Valparaíso. Hay además tres heridos graves y 500 leves, de acuerdo con la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), así como unas 500 viviendas destruidas.
En Valparaíso, ciudad de unos 270 mil habitantes, se han habilitado cinco albergues, aunque muchos de los daminificados han ido a casas de familiares, según las autoridades. Con la luz del día, los vecinos volvieron a sus casas para evaluar los daños, y en la mayoría de los casos, solo encontraron escombros.
El incendio comenzó en horas de la tarde del sábado en el camino La Pólvora, una zona forestal, precisó la Onemi, para luego extenderse rápidamente debido a la alta temperatura y fuertes vientos que se registran en la zona. Los bomberos, con rostros cansados y enrojecidos, seguían trabajando en los cerros Mariposas y la Cruz, los más afectados por el siniestro, donde ya no había fuego pero si mucho humo.
Las familias que no fueron evacuadas se mantenían en las puertas de sus casas, asustadas de que el fuego se reavive a causa de las altas temperaturas previstas para este domingo -con máximas de 28 grados- y los vientos de 40 km. El incendio se combate con el apoyo de 17 aeronaves y unos tres mil 500 efectivos de los bomberos y la policía.
Las autoridades decretaron una prohibición de venta de alcohol y evacuaron a unas 200 mujeres de la cárcel femenina que se ubica en Valparaíso. En la madrugada, la presidenta Bachelet decretó zona de catástrofe y desplegó a las Fuerzas Armadas para resguardar la seguridad y ayudar a los damnificados.