Muchos socios de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios al Turismo de Puerto Vallarta, tuvieron que entregar los locales de sus comercios a quienes les arrendaban sin posibilidad de llegar a ningún acuerdo con base en la suspensión de actividades esenciales por parte del Consejo de Salubridad General del gobierno de la República, según informó la presidente de la entidad, María Fernanda Arreola Bracamontes.
La todavía recién electa presidente del organismo empresarial expuso la situación que viven muchos propietarios de negocios que arrendan locales en centros comerciales o en las áreas urbanas, a partir de la referida suspensión de actividades, del pasado 30 de marzo pasado, y que aún sigue vigente a más de 30 días.
Coincide que María Fernanda Arreola asume la presidencia de la Canaco Servitur Puerto Vallarta, días antes del acuerdo del Consejo de Salubridad General, por el cual los negocios y actividades consideradas no esenciales deberían quedar suspendidas, tales como venta de ropa, zapaterías, regalos, jugueterías, espectáculos, bares, centros nocturnos, incluso fábricas.
Ante tal escenario, la líder de los comerciantes organizados informa, cuando corre ya al segundo mes de suspensión de actividades, que el saldo es de mucha gente asociada que les han dicho que tuvieron que dejar los locales que arrendaban, por no alcanzar algún acuerdo con los propietarios o administradores de las fincas.
Y es que como se recordará, el argumento para obligar al cierre de los comercios y actividades denominadas no esenciales ha sido el mal de salud llamado covid19, que aseguran resulta mortal para algunas personas, de alto contagio, provocado por la acción de un virus, el Sars-Cov-2.
“Ante un motivo como el que estamos pasando ahorita, obviamente se tienen que checar los contratos de cada uno de los contratos de arrendamiento comercial, porque siempre un arrendamiento comercial se trata diferente al de una casa habitación”, dijo la entrevistada al informar que también hubo arrendadores que bajo nuevos acuerdos conservaron a sus arrendatarios, en la expectativa de que pronto vencerán los tiempos de las disposiciones restrictivas.