La selección argentina de fútbol clasificó el miércoles a la final del Mundial por primera vez en 24 años al derrotar 4-2 a Holanda en la definición por penales gracias a dos atajadas de Sergio Romero, tras 120 minutos en los que los equipos no pudieron sacarse ventaja.
Ahora, Argentina definirá al campeón el domingo en Río de Janeiro con Alemania, que el martes vapuleó 7-1 a Brasil.
Por tercera vez en la historia habrá final entre la “albiceleste” y los alemanes, con un título por lado. La última final de Argentina justamente fue ante los germanos. Río de Janeiro será el privilegiado escenario de un histórico desempate entre dos potencias del fútbol mundial.
“Estamos todos muy contentos porque Argentina tiene dos títulos y llegamos a la final. Vamos a ver qué podemos hacer. Daremos todo”, dijo tras el partido el entrenador argentino, Alejandro Sabella.
En una etapa inicial bastante aburrida, los equipos salieron a estudiarse y ninguno de los dos generó peligro. La primera oportunidad fue un remate desviado de Wesley Sneijder a los 12 minutos. A los 14, un tiro libre de Lionel Messi fue bien contenido por Jasper Cillessen.
A partir de allí no hubo demasiada emoción, con Argentina intentando y Holanda agazapada atrás y esperando el momento preciso para atacar.
Holanda mantuvo a Messi contenido en el primer tiempo, pero Argentina atacó con Ezequiel Lavezzi por un extremo y Enzo Pérez se destacó mostrando su despliegue habitual, una marca férrea y buenas proyecciones en ofensiva. Pese a sus intentos, la “albiceleste” nunca pudo superar a la ordenada zaga naranja.
El equipo holandés, por su parte, apostó al contraataque con Arjen Robben y Sneijder, pero solamente creó peligro buscando a Robin Van Persie por arriba.
“Este grupo de jugadores ha llevado a Argentina a donde tiene que estar. Ojalá podamos coronarlo el domingo”, dijo el mediocampista “albiceleste” Javier Mascherano, una de las figuras de su equipo.
SIGUE EL DUELO TACTICO
Las cosas no variaron demasiado en el inicio de la segunda etapa del partido visto por unas 63.000 personas, salvo por el inicio de una copiosa lluvia. Holanda se paró unos metros más adelante en el terreno pero sin intenciones marcadas de atacar.
Las emociones escasearon y recién a los 81 minutos Marcos Rojo exigió a Cillessen con un remate de media distancia. En el final, el entrenador argentino Alejandro Sabella buscó darle más profundidad al equipo con el ingreso de Rodrigo Palacio y Sergio Agüero por Pérez e Higuaín.
Holanda apretó el acelerador al final, con Robben más movedizo que en el resto del encuentro y con una clara ocasión de gol cerca del final del tiempo reglamentario, pero Javier Mascherano salvó en un último esfuerzo.
Argentina estaba cada vez más apagada con el correr de los minutos, cediéndole el balón a Holanda y con Messi casi desconectado del juego por largos periodos y sin marcar por tercer partido seguido. El público se dio cuenta y comenzó a corear el nombre de su ídolo, como implorando una genialidad que pusiera fin al cerrojo de la zaga naranja.
Robben probó desde lejos a los 98, y su remate fue bien contenido por Romero. En el entretiempo, el aliento de los hinchas argentinos hacia Messi se repitió.
Y Argentina finalmente se despertó en el segundo tiempo suplementario, cuando se vio lo más emocionante del encuentro. Los dos equipos estuvieron cerca de anotar pero no lo lograron.
Stefan de Vrij probó desde lejos a los 110, pero desviado, y Palacio lo tuvo a los 115, pero definió con un cabezazo sin potencia contenido con facilidad por Cillessen. El recién ingresado Maxi Rodríguez estuvo cerca de anotar dos minutos después, pero Cillessen volvió a sellar su valla. Pero Rodríguez tuvo su revancha al marcar el penal definitivo de la serie que le dio el pase a la final a su equipo.
“Es algo impresionante, sabemos las cosas que pasamos, los dolores que pasamos, nos merecíamos una alegría de esta manera. Una final del mundo (…) Hoy está con nosotros esa fortuna (de estar en la final) y esperamos que en los últimos 90 minutos nos acompañe”, aseguró un emocionado Rodríguez.