Por Ricardo Mendoza
Aunque la mayoría de los aficionados esperaban un encuentro más parejo, la Marea Púrpura de Alabama demostró con creces la fortaleza que ha mantenido en las últimas temporadas y terminó coronándose por segundo año consecutivo campeón del futbol americano de la NCAA, tras apalear a los Irlandeses Peleadores de Notre Dame por 42-14.
Además, es el tercer título en los últimos cuatro años para el equipo comandado por el exitoso coach Nick Saban.
En el papel lucía ligeramente favorito Notre Dame, el sembrado número uno e invicto en toda la temporada, aunque el número dos, Alabama, demostró que para ser campeón hay que demostrarlo en el terreno de juego.
Alabama prácticamente sentenció el encuentro desde la primera mitad, con un sólido juego ofensivo comandado por el mariscal AJ McCarron, quien pasó para 264 yardas y cuatro touchdowns.
McCarron se convirtió en el primer mariscal en la historia del futbol americano colegial en ser bicampeón.
Además, el juego terrestre de Alabama fue demoledor al generar 240 yardas y dos touchdowns.
La Marea Púrpura consiguió una ventaja de 28-0 en la primera mitad del encuentro, la cual aumentó a 35-0 en el tercer cuarto, con lo cual demostró el porqué es el mejor equipo del futbol americano colegial en el último lustro.
Uno de los corredores de Alabama, Eddy Lacy, fue nombrado el jugador ofensivo del encuentro.
También la defensa de Alabama jugó un buen encuentro, destacando C. J. Mosley quien ganó el trofeo al mejor jugador defensivo del partido.
De esta forma, Alabama escribió su nombre con letras de oro en la historia de la NCAA como una de las grandes dinastías del futbol americano.